Introducción a la vida de fe

El pueblo de Israel experimentó dramáticamente el amor de Dios y su poder sobrenatural por medio de la columna de nube y el cruce del Mar Rojo. Este hecho fue determinante en su identificación como el pueblo santo y elegido. Esto generó la seguridad de haber sido convertidos en el “Pueblo de Dios” y el “Pueblo redimido”. Pablo hace referencia a la columna de nube y el mar, y los interpreta como herramientas del plan de salvación; simbolizan el bautismo de agua en Cristo por el cual todo cristiano debe pasar.

Ahora bien, en nuestro camino de fe ¿cómo podríamos interpretar esta forma de vida diferente? ¿Qué decisiones necesitamos tomar al recibir la salvación? Por medio de esta transformación, cuando aceptamos a Dios como nuestro dueño y renunciamos a nuestro antiguo modo de vida, ya sabemos que la sangre resuelve el pecado, la incredulidad y la desobediencia. Y así cuando una persona se arrepiente de su pecado y cree que Jesus murió por ella, esa persona ahora debe bautizarse ante muchos testigos que significa sumergirse completamente en las aguas en señal de arrepentimiento y desprendimiento de pecados; dejar morir al viejo hombre, el mundo y las leyes antiguas para tomar ahora la decisión de comenzar a vivir en el Espíritu; y dejar morir la mentalidad humana, las pasiones y los deseos que son enemigos de Dios. A través de tu vida de fe debes dejar que more en nosotros el Espíritu que agrada a Dios, y verás que tendrás vida y paz.

El pueblo de Israel siguió sus propios razonamientos. Vivió bajo las reglas y condiciones del faraón, pero el amo fue cambiado. Ahora correspondía seguir a Moisés y a Dios. La columna de nube daba protección contra el calor del día en el desierto, y por la noche la columna de fuego les daba protección del frio y el temor a la oscuridad. De este modo nosotros seguimos a Jesus y Él es nuestro guía, Él nos protege de los peligros de la vida y nos ayuda en nuestro diario vivir.