1 Pedro: Vida Extraña, Dios Bueno.Muestra

En nuestra actualidad de mensajes de texto cortos, correos electrónicos no deseados y respuestas en las redes sociales que son simplemente un emoji, es un placer recibir una carta personal larga y escrita a mano de un ser querido. Hay algo especial en obtener una correspondencia tan personal y reflexiva que explica por qué todo, desde tarjetas de cumpleaños hasta cartas de amor y cartas desde el frente de guerra, se encuentran entre las posesiones más preciadas de la mayoría de las personas.

La Biblia esencialmente es una biblioteca agrupada por género de literatura. Gran parte del Nuevo Testamento son cartas escritas a mano que se entregaron cruzando muchas millas antes de que existiera la facilidad actual para enviar y recibir correo y paquetes. En términos generales, recibir las cartas de parte de alguien como Pablo o Pedro fue un honor increíble para una iglesia. Toda la iglesia se reunía, a menudo se reunía en los hogares, se abría la carta y se leía en voz alta la Palabra de Dios a la familia de la iglesia.

Los autores de estas cartas del Nuevo Testamento funcionaron de manera muy parecida a papás, que es la esencia del liderazgo apostólico. Las iglesias que supervisaban eran como familias y, como suelen hacer los buenos padres, convocan una reunión familiar y escriben una carta en los casos en que no pueden estar presentes físicamente para dirigir a la familia. El contenido de esas cartas son las mismas cosas que preocupan a los pastores hoy en día: falsos maestros que necesitan ser reprendidos, pecadores que necesitan ser corregidos, nuevos cristianos que necesitan ser instruidos, personas heridas que necesitan ser animadas y personas divididas que necesitan ser reconciliados.

Las dos cartas de Pedro son apenas 166 versos. Aunque son bastante breves, están llenos de energía. Las personas a las que se le escribió vivían en una ciudad pagana, lo que significaba que vivir como cristianos los convertía en bichos raros. Para empeorar las cosas, se enfrentaban a una serie de problemas, pruebas y tentaciones entre días inciertos llenos de angustiosas dificultades. Pedro había experimentado todas estas cosas por sí mismo y vio de primera mano cómo responder estando al lado de Jesús durante tres años. Escribe desde su propia experiencia y apunta a las personas a Jesús para obtener esperanza, ayuda y sanidad.

Al principio de su carta, Pedro se centra en la persona y la obra de Jesucristo. Al hacerlo, Pedro nos muestra formas muy prácticas en que el amor de Dios nos ha sido dado a través de Jesús: la diferencia que Él hace en nuestra vida y el hecho de que no estamos solos en las luchas de la vida, sino que tenemos un Dios que ha soportado las dificultades y que camina con nosotros a través de la nuestras. Además, Jesús nos dio la Biblia como la vivificante Palabra de Dios digna de confianza y que nos indica cómo vivir vidas totalmente nuevas que crecen en santidad para ser más como el Reino y menos como el mundo.

Reflexión:

1. ¿Cómo es tu tiempo en la Palabra de Dios y hay alguna forma en la que puedas mejorar en el aprendizaje de la Biblia?

2. ¿Tus elecciones de entretenimiento, noticias y redes sociales te están ayudando a preparar tu mente para acciones piadosas o impías?

3. Pedro habla de Dios como nuestro Padre y de nosotros como Sus amados hijos. ¿Te resulta fácil o difícil relacionarte con Dios como Padre? ¿Por qué? ¿Cómo se puede mejorar esta relación?

4. Pedro dice que tu relación con Dios es más valiosa que cualquier otra cosa, incluida tu riqueza. ¿De verdad crees esto y lo demuestras devolviendo generosamente tu riqueza a Dios?