Ánimo en El SufrimientoMuestra

El justo murió por los injustos

"Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida" 1 Pedro 3:18 (NVI).

Esta es una declaración clara y concisa sobre la expiación sustitutiva de Jesús. Cuando Jesús murió en la cruz, murió en nuestro lugar. Murió en mi lugar y en el tuyo. Murió como nuestro sustituto. El Justo murió por los injustos para que pudiéramos llegar a estar bien con Dios.

En su magnífico libro, «Center Church», Tim Keller escribe sobre las diversas imágenes de la expiación en la Biblia y cómo la sustitución es la idea clave detrás de todas ellas:

Tal vez el tema más consolador y atractivo es lo que el teólogo Roger Nicole ha llamado el tema único e irreductible que atraviesa cada uno de estos modelos: la idea de la sustitución. El Dr. Nicole enseñó que, independientemente de la gramática que se utilice, la esencia de la expiación es siempre Jesús actuando como nuestro sustituto. Jesús lucha contra los poderes, paga el precio, soporta el exilio, hace el sacrificio y soporta el castigo por nosotros, en nuestro lugar, en nuestro nombre. 

En otras palabras, Jesús hace por nosotros lo que nosotros no podemos hacer por nosotros mismos. Él alcanza la salvación; nosotros no hacemos nada en absoluto. Y, por lo tanto, el sacrificio sustitutivo de Jesús es el corazón de todo.