La fidelidad de DiosMuestra

No estás solo, Dios está contigo.

Una de las promesas que Dios te ha dado, desde el día que te eligió y te llamó su hijo(a), es que estará contigo y nunca te abandonará, que estará contigo de principio a fin, es decir, todos los días de tu vida y no solo eso, sino por la eternidad. Eso significa que nunca estás ni estarás solo. Dios es un Dios fiel a sus promesas, es bueno y es por eso que tenemos a su Espíritu Santo en nosotros; para capacitarnos y guiarnos. 

Dios además de invitarnos a seguirlo, nos ha dado una gran comisión: “hacer discípulos en todas las naciones, bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”; y junto con ello prometió estar con nosotros hasta el fin del mundo. Lo anterior quiere decir que puedes confiar que si te ha llamado es porque cree en ti y porque además te dará todo lo necesario. Lo más importante es que tendrás su presencia contigo, a donde quiera que vayas. 

A veces pensamos que depende de nuestro conocimiento de Dios, de nuestro poder o fuerzas; pero no es así, Dios nos llenará de los frutos de su Espíritu necesarios en el momento perfecto, no antes y no después.  Para ello es necesario tener una relación diaria con Jesús, porque es así que podemos escuchar su voz para que permanezcamos en su camino y no nos confiemos de nuestra propia inteligencia. 

Dios es el alfa y el omega, el principio y el fin. Te animo a poner tu confianza en Dios, a creer que tiene lo mejor para tu vida; porque te creó y te reconoció como su hijo(a) desde antes de nacer.

Oración: 

Gracias Padre mío, por estar conmigo en todo momento, aun cuando he sentido que te has ido de mi lado o que no me escuchas. Hoy elijo creer en tus promesas, porque eres un padre fiel, sin importar lo que yo haga, nada, absolutamente nada puede ser más grande que tu amor por mí. Enséñame a reconocer cuando me equivoco, a pedir perdón y a rendirme a tus pies para recibir de tu gracia. En tu nombre poderoso, Amén.