Una Casa Construida Sobre La RocaMuestra

Estamos en la etapa 2 de la construcción de nuestro hogar espiritual y hoy vamos a tratar un tema sumamente importante en la vida del creyente: la Iglesia Bíblica.

¿Cuál es la importancia de una Iglesia Bíblica en la vida del creyente? Este texto que leemos relata la formación de la primera Iglesia de Cristo, la Iglesia apostólica formada por la efusión del Espíritu Santo en el día de Pentecostés. Y esta Iglesia es el ejemplo que Dios nos dejó para ser una fuerza en nuestro camino espiritual, muros fuertes y resistentes para nuestro hogar espiritual.

¿Y qué lecciones debemos aprender y poner en práctica como verdaderos discípulos? En primer lugar, la doctrina a través de las Sagradas Escrituras es infalible y suficiente para nosotros. No necesitamos inventos humanos, alegorías, solo perseverar en la Palabra Viva de Dios. En segundo lugar, la vida en comunión, amor, caridad, es necesario ser cristiano en nuestras actitudes, en nuestro hablar, en nuestra conducta, la paz y la mansedumbre deben prevalecer en la vida de los verdaderos discípulos. En tercer lugar, la oración, la Iglesia que ora a Dios se manifiesta, Dios se revela, Dios obra, Dios da la victoria. Y por último, pero no menos importante, la alabanza de la gratitud, esa alabanza que es fruto de un corazón arrepentido, dentro de nosotros, como fruto de un alma redimida, porque el Señor Jesús dejó el esplendor de su gloria para someterse al proyecto del Padre y gana para nosotros, vence a la muerte y danos el derecho a la vida y a estar con él en la eternidad.

El acceso al Padre en el nombre de Jesús lo veremos en la experiencia de ese momento en medio de la Iglesia primitiva descrita en el capítulo 12 de los Hechos. Fue en este nombre que, cuando Pedro estaba en prisión, la iglesia oraba continuamente por él a Dios y la oración fue respondida enviando un ángel de Dios para liberar a Pedro. La Iglesia ejerció su sacerdocio intercediendo por Pedro, pero intercediendo ante el Padre en el nombre de Jesús.

El Espíritu Santo que está sobre la Iglesia Bíblica es quien nos llena de esta audacia. Eso no hace nada más grande o importante en esta vida que ser parte de esta Iglesia, este cuerpo comandado por Jesucristo.

Efesios 4:16 - "De quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.”

Cuerpo bien concertado: todo siervo debe comprender su posición en la Obra del Señor, debe obedecer la enseñanza de las Escrituras, conocer su función en el cuerpo y hacerlo con dedicación, humildad, amor, estar preparado (en santificación), para utilizarse en armonía con los demás miembros.

Unido por todas las coyunturas: la comunión es necesaria en todos los aspectos. Debemos estar unidos con el mismo propósito de crecer en gracia, necesitamos crecer uniformemente.

Edificándose en amor: Jesús es la expresión del amor de Dios (Hebreos 1:3-4). La Obra de Dios como Cuerpo de Cristo, busca alcanzar la plenitud de este amor "perfecto", la estatura de un hombre perfecto (JESÚS).