Una Casa Construida Sobre La RocaMuestra

Estamos en la etapa 2 de la construcción de nuestro hogar espiritual y hoy continuaremos perfilando el importante papel que juega la Iglesia en la vida de un discípulo de Jesús, y más específicamente, el impacto generado por la Reforma Protestante.

Es deber de los miembros de la Iglesia del Señor Jesús verificar si las enseñanzas que se le presentan están de acuerdo con la Palabra de Dios o no, de manera similar a como lo hicieron los de Berea, como se describe en el libro de los Hechos.

Es en este contexto que la Iglesia Fiel del Señor debe levantarse como heraldo del evangelio, defendiendo fielmente las Sagradas Escrituras y la fe en Jesucristo. Necesitamos un avivamiento urgente.

La Reforma fue esencial para derribar las distorsiones doctrinales experimentadas por la Iglesia Romana. La intención básica era erigir las columnas de la doctrina apostólica, es decir, volver a los orígenes de la Iglesia Primitiva.

Así, podemos resumir los énfasis de la Reforma en cinco puntos básicos, ampliamente conocidos como "los cinco soles". Y para nosotros, discípulos reformados, estos son cinco fundamentos, como un verdadero escudo que hemos levantado para preservar nuestra experiencia con nuestro salvador Jesucristo.

1. SOLA SCRIPTURA (solo la Escritura)

Cualquier enseñanza y doctrina que no surja de las Sagradas Escrituras debe ser rechazada por la Iglesia de Cristo. No hay nuevas doctrinas, sean las que sean o provengan de nadie. Las doctrinas solo deben provenir de la Biblia, la Palabra de Dios. Ningún dogma puede aceptarse si no está respaldado por la Biblia. La Palabra de Dios es la única regla de fe y práctica. Es por ella que el Espíritu Santo de Dios actúa en medio de la Iglesia, animándola, transformándola, santificándola, para que esté lista para encontrarse con el Señor Jesús en el aire.

2. SOLA FIDE (solo la Fe)

Los reformadores dejaron muy claro, a la luz de la Palabra de Dios, la supremacía de la fe sobre las obras para la salvación del alma del hombre. Así, la salvación no proviene del mérito humano, ganado con buenas prácticas, con limosna o incluso con auto penitencia, sino que se recibe gratis por la fe en Cristo Jesús.

3. SOLA GRATIA (solo la Gracia)

Los reformadores reafirmaron la doctrina apostólica de que efectivamente somos salvos por gracia. Sabemos que la gracia es un regalo, un regalo inmerecido que Dios nos ha dado. La gracia vino a llenar el corazón; transporta al hombre a la luz.

4. SOLUS CHRISTUS (solo Cristo)

No hay nadie que pueda estar ante el trono de la santidad de Dios por sus propios méritos. Fue necesario que Dios enviara a esta tierra a su amado Hijo Jesucristo, generado por el poder del Espíritu Santo dentro del vientre de la virgen María, para morir en nuestro lugar en la cruz del Calvario. Al tercer día, Cristo resucitó para nuestra justificación. Él está en el trono, a la diestra de Dios Padre. En efecto, como dice la Palabra del Señor, hay un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre. Nadie viene al Padre sino por Jesucristo (1 Timoteo 2: 5; Juan 14: 6).

5. SOLI DEO GLORIA (solo a Dios la gloria)

Apoyados por la suprema verdad bíblica, los reformadores enfatizaron que la gloria siempre debe pertenecer a Dios. Dios no da su gloria a hombres mortales y pecadores.