Sr. AduladorMuestra

“Adular es lo mismo que caer bajo”

Según el diccionario de la real academia española, adular significa: “Hacer o decir con intención, a veces inmoderadamente, lo que se cree que puede agradar a otro”.

Otro significado dice: “Alabar de forma exagerada y generalmente interesada a una persona para conseguir un favor o ganar su voluntad”.

La palabra “Adular” viene del latino adulari, que significa ensalzar, alabar, halagar o elogiar desmedidamente.

Curiosamente desde el punto de vista tanto Bíblico como científico, la adulación es catalogada como una mala acción que denota la hipocresía, la falta de sinceridad e incluso la maldad de quienes hacen uso de ella para intentar ganar la confianza de alguien o para obtener cualquier otro beneficio de alguna persona, sea económico, material, emocional, etc.

La Palabra de Dios nos deja ver claramente que la adulación es un arma de doble filo que daña no sólo a quien la ejerce sino también con quien se ejerce. “Mis enemigos no pueden decir la verdad; su deseo más profundo es destruir a los demás. Lo que hablan es repugnante, como el mal olor de una tumba abierta; su lengua está llena de adulaciones." Salmo 5:9 (NTV).

Adular es lo mismo que caer bajo, adular es expresar erróneamente la admiración por alguien; adular básicamente se puede interpretar desde el punto de vista espiritual como una forma de idolatrar y rendir culto a través de un falso y desmedido afecto hacia un simple mortal. Adular se convierte en una forma de irrespeto tanto para sí mismo como para aquella persona a quien se adula. 

Los seres humanos somos egocéntricos, hijos de Dios o no, el egocentrismo es un mounstruo interno con el que diariamente tenemos que tratar y la adulación es un arma que aviva ese mounstruo generando un falso y exagerado concepto de sí mismo cuando adulamos o somos adulados. No olvidemos por qué fue expulsado Lucifer “satanás”, del reino de los cielos. Recordemos que su corazón se enorgulleció pretendiendo ser igual a Dios; recordemos qué es lo que más le agrada a él y qué es lo que constantemente busca de todos: “ser adulado, alabado, exaltado y adorado".

Grave peligro entonces, es caer en la trampa de la adulación sea que la ejerzamos o seamos adulados. La adulación lleva al ser humano a idolatrarse a sí mismo e idolatrar a los demás, una acción totalmente repugnante a los ojos de Dios y debería serlo también para nosotros.