Sr. AduladorMuestra
Sr. Adulador
Eres un hijo de Dios, fuiste perdonado y libre para siempre de toda condenación y de toda culpa. Recibiste gracias a la fe y la gracia en Cristo Jesús, su identidad. Fuiste revestido con su carácter, dejaste de ser lo que eras para empezar a ser el hijo de Dios que eres en Cristo.
Cada vez que caes en la trampa de la adulación, tu identidad en Cristo es opacada y ridiculizada. Cristo te ha dado carácter, convicción y autoridad para que actúes con seguridad. Cuando alguien acude a la adulación está demostrando falta de dominio propio, falta de identidad y temor. Dios echó fuera el temor, Él no nos ha dado un espíritu de temor sino de poder, amor y dominio propio.
Cuando adulas te haces daño a ti mismo, es como si estuvieras sembrando semillas de falta de carácter, de inseguridad y de temor en tu identidad. Esto redundará en la falta de autoridad que regirá tu accionar y tu manera de relacionarte con los demás. Por eso es que las personas aduladoras se sienten tan inseguras de sí mismas, por eso son tan dependientes y tan demandantes de necesidad de aprobación. Por eso buscan constantemente demostraciones de afecto y de reconocimiento por parte de los demás, olvidando que ya tienen el favor, el amor y el reconocimiento más importante que pudieran tener, el que Dios les ha otorgado a través de su Hijo Jesús.
No te sientas mal si aún siendo hijo de Dios, pasas por esto. La intensión con este plan es abrirte los ojos, exhortarte, animarte y recordarte de quién eres hijo y qué identidad es la que te han concedido: “la identidad de Cristo”. Ya sabes que adular no está bien, que estás atentando contra tus principios y convicciones espirituales, que no necesitas agradar a los hombres para sentirte bien. Es más, como hijos de Dios lo más probable es que fácilmente le desagrademos a los demás, la luz molesta a la oscuridad. Pero sí ten claro esto, si eres un siervo de Cristo no tienes porqué buscar la aprobación, el amor o el reconocimiento de un simple mortal, sencillamente porque no lo necesitas. Jesucristo te basta. Su amor te es suficiente, Él es tu plenitud.
Acerca de este Plan
El propósito de este plan es comprender cuánto daño nos hacemos a nosotros mismos cuando tomamos la adulación como parte del estilo de relación que establecemos con las demás personas y al mismo tiempo cuánto daño le hacemos a los demás si los adulamos.
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Nos gustaría agradecer a Marysela Ocampo O. por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/confiadosenJesucristo/