¿Cómo Aceptar Que Murió, Que Ya No Está?Muestra
¿Por qué se tuvo que morir?
Es la pregunta que la mayoría de las personas se hacen al despedir a aquel ser querido que acaba de cerrar sus ojos a la existencia de este mundo. Sin embargo, cuando sabemos dónde se encuentra ese ser amado que ha fallecido y lo que pasará con él, solo por la gracia y el conocimiento que nos revela Dios a través de su Palabra, es mucho más fácil enfrentar su pérdida.
¿Qué sucede cuando morimos?
“La gran cantidad de muertos que descansa bajo tierra se levantará. Algunos se irán a disfrutar de la vida eterna, y otros pasarán vergüenza y serán despreciados por siempre.” Daniel 12:2 (PDT).
“Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le dio al Hijo el tener vida en sí mismo; y le dio autoridad para ejecutar juicio, porque es el Hijo del Hombre. No os admiréis de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán su voz, y saldrán: los que hicieron lo bueno, a resurrección de vida, y los que practicaron lo malo, a resurrección de juicio.” Juan 5:26-29 (LBLA).
Cuando una persona muere, va al sepulcro, a la tumba, al sheol; a un sueño profundo del que Jesús le resucitará en su momento, si murió siendo salvo, reconociéndolo a Él como su Señor y su Salvador y viviendo como Él vivió, en obediencia absoluta al Padre. Sin embargo, quienes mueren sin Cristo, resucitarán también cuando llegue el momento para el juicio, tiempo en el que los libros serán abiertos "la Escritura" y las personas podrán saber cuál es el camino que libra a la humanidad de la destrucción eterna.
¿Por qué se tuvo que morir? Porque así el Señor, Dios Soberano, lo ha permitido: “Tú has determinado la duración de nuestra vida. Tú sabes cuántos meses viviremos, y no se nos concederá ni un minuto más.” Job 14:5 (NTV).
Volverás a ver a ese ser querido, si murió en Cristo y tú también le perteneces a Cristo, se encontrarán con Él, cenarán juntos y vivirán eternamente con Él. Mientras tanto, asegúrate de caminar en Él, para que cuando tú también mueras, puedas partir confiado en la esperanza de la resurrección para vida eterna. ¡Vaya promesa, bendita esperanza!
Acerca de este Plan
Aceptar y afrontar la muerte de un ser querido no es nada fácil, perder a alguien genera no solo dolor sino temor; sin embargo, mientras confiemos en la promesa de resurrección que tenemos en Cristo, siempre tendremos la esperanza de afrontar con fortaleza ese difícil momento de separación con ese ser amado, a quien veremos nuevamente; así lo revela la Palabra, es la esperanza que nos da Dios.
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Nos gustaría agradecer a Marysela Ocampo O. por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/confiadosenJesucristo/