Las Grandes PreguntasMuestra

Cuando nos jactamos de nosotros mismos, no solemos concentrarnos en nuestras debilidades. ¡Por supuesto que no!  Cuando hablamos de nosotros mismos, destacamos nuestras fortalezas, ¡las cosas que hacemos bien! Pero, ¿alguna vez has pensado en cómo podríamos emocionarnos realmente con nuestras debilidades? Nuestras luchas pueden ser en realidad oportunidades para mostrar el poder de Dios. Cuando sigues a Dios, no tienes que avergonzarte de tus debilidades. Es en esos lugares donde la fuerza de Dios se manifiesta y brilla con más fuerza. 

Comunícate con el líder de tu grupo pequeño hoy y pídele que te anime para ver el poder de Dios en tus debilidades.