Cómo Detener El Miedo, La Preocupación Y La InseguridadMuestra

“Después del invierno llega el verano. Después de la noche llega el amanecer. Y después de cada tormenta, llegan cielos despejados y abiertos." - Samuel Rutherford

La verdad detrás de la declaración de Samuel Rutherford es lo que llevó a Jesús a ver una corona de majestad más allá de Su corona de espinas; un nombre exaltado en Gloria más allá de los clavos en Sus manos y pies; el amor y adoración de aquellos que creen en Él más allá de la traición y el abandono de Sus discípulos; la gloria invisible más allá del sufrimiento visible. Jesús pudo soportar el sufrimiento porque vio la bendición que vendría después.

Ésta es la misma perspectiva que deberíamos tener en nuestras pruebas. Si bien es cierto que Dios puede hacer que el bien provenga de las peores dificultades, nunca nos pide que pretendamos que la angustia, el dolor, la decepción o la incomodidad que sentimos sean color de rosa, o que neguemos su existencia. En cambio, nos anima a mirar más allá de las dificultades actuales que enfrentamos a las bendiciones que vendrán si no nos rendimos. Eso es lo que significa perseverar. Eso es lo que se necesita para ganar.

Habrá momentos en que las cosas se pongan difíciles. Puede ser difícil vender una casa. Puede ser una prueba terrible que involucre a un ser querido. El cierre de una empresa. Algo saldrá mal en algún momento, y tendremos que tomar una decisión: ¿Voy a convertirme en una víctima de la desesperación y la autocompasión, o voy a luchar para superarlo y ser un vencedor con la ayuda de Dios? Si queremos ganar, debemos perseverar, la decisión es nuestra.