El Peligro Del OrgulloMuestra
Mentalidad de la Humildad (Parte 3)
Por Danny Saavedra
“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre.”—Filipenses 2:9 (RVR 1960)
Como podemos ver en el versículo mencionado, Jesús, se humilló a sí mismo, fue obediente al Padre, sufrió la muerte más humillante y a través de ésta fue exaltado por encima de todos. Dios le otorgó el título más alto sobre todos los otros títulos: El honor y la majestad de ser el Salvador de la raza humana. Más específicamente, el nombre de Jesús se convirtió en “el nombre que es sobre todo nombre”.
Si hay una cosa que podemos interpretar con certeza de este versículo, es que Dios exalta a los humildes. La palabra exaltar (huperupsoó, en griego, es la única vez que se menciona en todo el Nuevo Testamento) habla de ser elevado y puesto en el nivel más alto posible.
¿Por qué Dios exalta a los humildes? Porque Dios ama la humildad y odia el orgullo. Él quiere que seamos humildes, que sigamos el ejemplo que nos dio su Hijo. El problema es que el orgullo se interpone constantemente en el camino. Agustín de Hipona dijo una vez: “Fue el orgullo lo que cambió a los ángeles en demonios; es la humildad lo que hace a los hombres como ángeles”.
El orgullo, el egoísmo y la auto-ambición, nos separan de Dios. En nuestros momentos de orgullo y egoísmo, son los momentos en que estamos más alejados del Señor. Oculta nuestra semejanza a la imagen de Dios y saca a la superficie lo más feo de nosotros. Esto fue lo que condujo directamente la caída de la humanidad.
Consideremos el trato de Jesús con los fariseos, quienes indignamente se pusieron por encima de todos. La razón por la que Jesús habló tan severamente a estos hombres es porque Dios no soporta el orgullo, Él está totalmente en contra de este. De hecho, en Romanos 2:8 (NTV) leemos: “pero derramará su ira y enojo sobre los que viven para sí mismos” y en Santiago 4:6 (NTV) dice: “Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes”.
En el versículo de hoy, Pablo nos dice que Dios exaltó a Jesús y le dio el nombre que está por sobre todo nombre, porque Jesús se humilló a sí mismo y puso a la humanidad primero. La lección que Pablo está enseñando en Filipenses es que cuando sigues el ejemplo de Jesús y pones a otros por encima de ti mismo, Dios lo ve y te bendice por ello. Puede ser que no experimentes las recompensas en el presente, recuerda que Jesús no fue exaltado hasta después de haber ascendido al cielo, pero al final tu humildad y corazón de siervo cosecharán los frutos. Y por otro lado, al final los orgullosos serán humillados en el juicio.
Escrituras
Acerca de este Plan
En este plan, exploraremos por qué el orgullo es tan peligroso y detestable para Dios, y cómo podemos desarraigarlo en nuestras propias vidas y comenzar a caminar con mayor humildad ante Dios y los demás.
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Nos gustaría agradecer a Calvary Chapel Ft. Lauderdale por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://Resources.CalvaryFTL.org