En Jesús Yo SoyMuestra
Semana 2 - Día 5
En Jesús Soy Aceptada
Lectura: Romanos 15:7–9
DEVOCIONAL: Romanos 15:7
“Por tanto, acéptense los unos a los otros, como también Cristo nos aceptó para la gloria de Dios.”
Aunque todas anhelamos la conexión, una gran parte de nuestros corazones también anhela la aceptación. Una puerta abierta es agradable, pero una invitación personal y un asiento guardado para nosotras en la mesa es mejor. Cuando nos sentimos aceptadas, podemos presentarnos tal y como somos, sin las máscaras y sin fingir "estar bien".
En su carta a los romanos, Pablo animó a los creyentes a recibir -o aceptar- a los demás, de la misma manera que habían sido aceptados por Jesús. Jesús nos recibe en Su familia sabiendo ya las peores cosas que hemos hecho, dicho o pensado. Él conoce nuestro pasado, presente y futuro, y aun así nos hace un lugar con Él en la eternidad.
Los primeros cristianos romanos se esforzaban por aceptar a otros creyentes que hacían las cosas un poco diferentes, como la comida o los días especiales que observaban. Era en estas áreas grises donde algunos creyentes empezaban a considerarse mejores que otros, juzgando sus elecciones y prácticas. Pablo fue muy claro en su carta, indicando que lo único que saldría de este tipo de comportamiento era la división.
En Jesús, somos recibidas total y completamente en la familia de Dios. Nuestras diferencias conforman un hermoso tapiz que da vida al evangelio. Hemos sido creadas de forma única a imagen y semejanza de Dios para utilizar nuestros dones y talentos para la gloria de Dios y hacer crecer Su reino. Si Dios nos acepta con los brazos abiertos, ¿quiénes somos nosotras para juzgar a los demás?
Nos necesitamos las unas a las otras, nuestro testimonio del evangelio se ve comprometido cuando juzgamos a otras creyentes o competimos con ellas. En Jesús no solamente somos totalmente aceptadas, sino llamadas a recibir, aceptar y apoyar a las demás con nuestro corazón abierto.
Oración
Padre Celestial, aunque soy una pecadora que no merece Tu amor, Tú me has elegido y me has aceptado en Tu familia. Dame ojos para ver a los que me rodean que no conocen esta aceptación para que puedan acercarse a Ti. Dame un corazón para extender Tu amor sin juzgar. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
En Cristo, tenemos solo una identidad que importa. Sin importar cómo nos auto definamos, nuestra identidad en Cristo sigue siendo la misma. Él nos rescató del pecado, nos libró de la oscuridad y nos redimió de la vergüenza. Por medio de Él somos llamadas hijas de Dios, introducidas a la familia de Dios, recibiendo la ciudadanía en Su Reino. En Cristo somos salvas, selladas, perdonadas, escogidas, bendecidas y capacitadas.
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Nos gustaría agradecer a Love God Greatly - Spanish por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://lovegodgreatly.com/spanish/