En Jesús Yo SoyMuestra

Semana 3 - Día 3

En Jesús soy Escogida

Lectura: Efesios 1:4, 1 Pedro 2:9

Devocional: 1 Pedro 2:9

"Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable." 

Nuestra lectura de hoy contiene algunas líneas en cursiva que es importante explorar al examinar nuestra identidad en Jesús.  El autor de nuestro texto, Pedro, se empeñó en citar varios pasajes de las Escrituras del Antiguo Testamento: Éxodo 19:5-6, Isaías 43:20-21 y Malaquías 3:17.  En los versículos de Éxodo, Dios dijo a Su pueblo que sería un "reino de sacerdotes y una nación santa". En Isaías leemos que Dios nos llama Su "pueblo escogido" que creó para Su gloria. En Malaquías, el Dios de los Ejércitos del Cielo dice que le pertenecemos.

Puede que los judíos de la iglesia primitiva entendieran fácilmente que eran el pueblo elegido de Dios, pero el mensaje de Pedro era un recordatorio de que todos los cristianos, incluidos los gentiles, eran elegidos por Dios. Esa era una información nueva para los primeros cristianos, pero era importante para la unidad y la identidad de la iglesia entender que, en Jesús, todos somos elegidos por Aquel que nos llamó de las tinieblas a Su luz.

La verdad compartida con los primeros creyentes se aplica también a nosotras.  Aunque el mundo intente decirnos que somos insignificantes, ordinarias o no deseadas, podemos reclamar una nueva identidad en Jesús: elegidas, de la realeza, con un propósito y llamadas. 

Cuando recordamos todo lo que Dios ha hecho por nosotras y quiénes somos en Él, nuestro siguiente paso es proclamarlo al mundo. No te quedes la Buena Nueva del Evangelio para ti, ¡está hecha para ser compartida! El evangelio es para todos, y en Jesús, todos están invitados a salir de la oscuridad de su pecado y entrar en la maravillosa luz del perdón y la eternidad en el cielo.

Oración

Señor, cuando pienso en todo lo que has hecho por mí y en quién dices que soy, es casi imposible guardar ese conocimiento para mí solamente. Te pido que pongas en mi corazón esta semana a personas concretas que necesiten escuchar la Buena Noticia del Evangelio para que ellos también puedan llamarse elegidos, santos y salvados. Amén.