Fe, Más Que PerfecciónMuestra
Semana 3 - Día 1
Lectura: Génesis 19:1–14; Jueces 19:11–30; Romanos 1:16–32
DEVOCIONAL: Romanos 1:16–17
“Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree, del judío primeramente y también del griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: MÁS EL JUSTO POR LA FE VIVIRÁ.”
La narrativa de los eventos en Sodoma es a menudo inquietante de leer y aleccionadora. Los dos ángeles visitaron la ciudad para ver si la maldad de la gente era tan severa como habían oído. La falta de hospitalidad y el trato severo hacia el extranjero por parte de la gente de Sodoma era una indicación de su estado moral. Su deseo e intentos de abusar de los visitantes de Lot muestra el alcance de su depravación.
Mientras que la maldad de Sodoma está destinada a asustarnos como lectoras, la maldad del pueblo de Benjamín en Jueces 19 es aún más espantosa. Los hombres de Gabaa, una ciudad de Benjamín, una tribu de Israel, habían alcanzado el mismo estado moralmente depravado que los hombres de Sodoma. La maldad de los cananeos fue incluso superada cuando los hombres de Gabaa agredieron brutalmente a una joven y la dieron por muerta.
El propósito de la narración de Sodoma era mostrarle al pueblo de Dios cómo la depravación y el pecado nunca estaban lejos. Génesis fue escrito para la generación de israelitas que entraron en la Tierra Prometida. Esta historia se conservó para recordarles lo que no deben hacer, para advertirles que no se comporten como los cananeos a su alrededor. Sin embargo, solo unas pocas generaciones después, el pueblo de Dios repitió la misma maldad.
Estas narrativas nos ofrecen hoy una advertencia. Cuando caminamos en los mandamientos de Dios, no solo en aquellos que consideramos convenientes o ventajosos seguir, tenemos comunión con Él. Cuando somos influenciadas por el mundo que nos rodea y comenzamos a caminar en los caminos de los que no conocen a Dios, repetimos los mismos males.
El evangelio de Jesucristo ofrece perdón y misericordia por nuestro pecado. Jesús tomó nuestro castigo, ofreciéndose a Sí mismo para que pudiéramos conocer a Dios. Pero el evangelio no está completo sin la resurrección de Cristo, vida que se nos da en Él como Sus hijas. Debemos caminar en Sus caminos, obedientes a Sus mandamientos. Vivir una vida sin avergonzarnos del evangelio también significa vivir una vida sin avergonzarnos de seguir los mandamientos de Cristo, no importa el costo.
Oración
Señor Jesús, Tú eres el único camino a Dios. Creo que moriste por mis pecados y me has dado libertad. Tu sacrificio es suficiente. Quiero vivir una vida sin avergonzarme del evangelio. Ayúdame a ver cómo puedo aferrarme a las cosas del mundo y ayúdame a encontrar en Ti la forma de liberarme de esas cosas. Amén.
Acerca de este Plan
¿Qué requiere Dios de nosotras? Es una pregunta con la que todas lidiamos, creyendo que hay algo que deberíamos hacer por Dios para ganar Su aprobación de una vez por todas. Lo único que Dios nos pide es nuestra fe. Fe más que Perfección analiza la vida de fe de Abram (quien será llamado Abraham) y su hijo Isaac.
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Nos gustaría agradecer a Love God Greatly - Spanish por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://lovegodgreatly.com/spanish/