FalsificaciónEjemplo

Todos cargamos cosas. No solo nuestros libros escolares o nuestro equipo deportivo. Cargamos cosas más pesadas. Las cosas emocionales que nos agobian. Pensamientos en el interior de nuestras mentes que nos dicen que no somos suficientes, que no somos dignos de ser amados o que no llegaremos a nada. Nos callamos estas cosas porque tenemos miedo de que nadie más haya tenido el mismo pensamiento o de que, de alguna manera, nos metamos en problemas. Pero Dios quiere que tengamos el tipo de amistades con las que podemos elegir ser vulnerables y abrirnos para hablar de las cosas que importan. 

Esta semana, si sientes que estás agobiado por algo, empieza a pensar en cómo sería hablar con tu líder de grupo pequeño o con otro adulto de confianza sobre lo que estás pasando.