AgridulceEjemplo

"Todos cometemos errores" es una frase que todo el mundo conoce, pero a veces es difícil de recordar cuando se debe perdonar.  Aunque todos deberíamos intentar amar a Dios y a los demás, somos incapaces de vivir una vida perfecta. Es por eso que Dios envió a Jesús, para que no tengamos que vivir con el peso de nuestra culpa por los errores cometidos. A veces el pecado hace que nos metamos en problemas, que perdamos amigos, o que impacte negativamente en nuestro futuro. Hay algo que el pecado no debe hacer: obligarnos a vivir con el peso de la vergüenza. Jesús vino para que podamos ser libres. Si Jesús cree que vale la pena perdonarte, entonces también debes perdonarte a ti mismo. Cuando alguien no se perdona a sí mismo, no se permite experimentar plenamente el amor incondicional de Jesús. 

Hoy, escribe este versículo donde puedas verlo como un recordatorio de que has sido perdonado.