PazEjemplo

Alguien dijo alguna vez: “Mientras nosotros lloramos, nos enojamos, y nos desesperamos, el problema permanece en quietud, inamovible” y tiene toda la razón; Nuestra forma de sentirnos no hará que la adversidad o la tribulación se esfume, desaparezca o que se solucione, ¡no! lo que requerimos es Paz para poder pensar claramente, tomar un sentido analítico de la situación, reflexionar debidamente sobre lo ocurrido o transcurrido.

Como hijos de Dios, esto debería resultarnos en una práctica diaria; todos los días enfrentamos adversidades, todos los días debemos actuar como Jesucristo lo hizo. Aun con emociones como la tristeza (Jn. 11:35), el enojo (Jn. 2:15-16), la angustia (Lc. 22:41-43), en el interior tenia paz, y esa paz era el resultado de que siempre, en todo momento, los pensamientos del Él, estaban girando al rededor del Padre. 

La Biblia dice: “ el Señor guardará en COMPLETA PAZ aquel cuyo pensamiento en ti persevera” si nuestra mente esta llena del Señor, entonces sabremos en todo momento que el Señor esta al control de todo, absolutamente de todo, que cada situación, cada segundo de nuestras vidas, que cada momento que se nos presente con terribles dificultades, Él está y seguirá estando al control de todo. Si nuestro pensamiento persevera en el Señor, en todo momento sabremos que Su voluntad esta siendo manifiesta en nuestra vida;  Él ha determinado que las cosas sucedan de esa manera para nuestro bien y beneficio, que los acontecimientos por muy desagradables que sean, no nos separan de Su amor, de Su perdón, de Su misericordia y de la Gracia que es a través de Cristo; y si estamos verdaderamente creyendo en eso, entonces instantáneamente, la Paz del Señor que sobre pasara nuestro entendimiento, viene a anidarse en nuestro corazón, en nuestra alma, trayendo así lo necesario para reconocer que nuestra vida no depende en lo mas mínimo de nosotros; sino de Aquel que es el dador de vida.