Auto-ImagenEjemplo

Pedro había ministrado junto a Jesús durante 3 años, pero su autoimagen era la de un pescador. Luego de su resurrección, el Señor Jesús le extendió una nueva invitación a continuar siendo su discípulo, y sembró en la vida del apóstol una nueva autoimagen, y cambió su nombre por Pedro que significa “roca”. A partir de ese momento, Pedro dejó de lado el egoísmo y el carácter temperamental, y pasó a ser un verdadero apóstol. Alcanzó a multitudes de gente al arrepentimiento. Como si esto fuera poco, levantó a un cojo, y sanó a un enfermo que hacía 8 años que había sufrido de parálisis.

​No obstante, nunca se exaltó a sí mismo, pues se había convertido en una roca sólida, tal como su nombre lo indicaba. Confesaba que todo poder y toda potestad provenían de Jesucristo, y así pudo llevar a cabo el ministerio con un corazón humilde.

​¿Cómo es que una persona a quien le gustaba exponerse al halago, anteponerse por encima de los demás, y buscar reputación, pudiese cambiar de forma tan radical? Esto fue posible por causa de la nueva autoimagen que había sembrado Jesús en la vida de Pedro. Simón, el hombre viejo, había muerto, y solo Jesús vivía en él. Así como su nombre lo indicaba, vivió una vida sólida como la roca. ¡Ahora es su turno!