SÉ UNA MUJER DE INFLUENCIA

Podemos ser mujeres de influencia, que se levantan para actuar ante la necesidad de los demás. No importa cuál sea el lugar donde estamos, ni el rol que nos toca desempeñar, Dios está con nosotras y quiere usarnos.

Débora representa a las mujeres totalmente entregadas en las manos de Dios, dispuesta a ser utilizada como su instrumento.

«Las aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían decaído, hasta que yo, Débora me levanté, me levanté como madre en Israel» (Jueces 5.7).

Ante el abandono y la destrucción, esta mujer se levantó para ser madre de toda la nación. Solo una persona que deposita su fuerza y su confianza en Dios puede hacer eso.

También nuestras naciones han caído. Los valores han cambiado. Las familias están siendo destruidas. Las personas están desilusionadas. Las drogas, el alcohol, la inmoralidad sexual y la violencia, entre otros, dominan a los jóvenes. Rige la agresión.

El mundo necesita que se levanten mujeres como Débora. Si ellas se levantan, una familia se levantará junto con ellas; si una familia se levanta, toda una comunidad se levantará; si una comunidad se levanta, ¡toda una ciudad podrá levantarse!

¿Cómo podemos levantarnos para influenciar a nuestra generación? Podemos hacerlo mediante un corazón compasivo, porque la compasión nos moviliza hacia la acción.

Asimismo, podemos entregar a otras personas, sin reservas, lo que nosotras hemos recibido de Dios. Si compartimos lo que el Señor nos dio por gracia, experimentaremos un efecto multiplicador.

Sin dudas, nuestras sociedades necesitarán varias Déboras, comprometidas con Dios, que se levanten para vivir lo que creen. Mujeres que manifiesten el reino de los cielos dondequiera que vayan. ¡Levantémonos y avancemos hacia el propósito de Dios!