Vencimos el laberintoMuestra

"De pronto me levanto con el espíritu abatido y los ojos vendados,

es ahí cuando sin tacto o bisbiseo alguno, lo siento junto a mí.

el corazón salta de alegría y entiendo que ya no estamos alejados,

que finalmente reposo sobre Su gracia, donde puedo descansar."

Ser cristianos es vivir una vida en la que una y otra vez escuches la común critica del “que ilógico creer en algo que no ves” cosa que por lo menos a mí y sé que a unos cuantos más les parece la parte más impresionante de cultivar nuestra fe. 

Sin embargo, hoy no hablamos específicamente de aquello, sino del error que cometemos muchas veces sin siquiera darnos cuenta, no creer que Dios está obrando sólo porque no ves avances positivos, eso es exactamente lo mismo que no creer en Dios solo porque no es visible ante tus ojos, muchos adelantos no serán visible para ti y eso no quiere decir que Dios ha abandonado su promesa de obrar en tu vida, ¡específicamente en eso que te aturde! 

Depositar nuestra confianza en Dios es tener la certeza de que él está ahí ayudándonos y acompañándonos en el proceso aún cuando no lo podamos ver ni sentir y es ese mismo acto de fe el que te llevara a conectar a un nivel superior tu corazón con el de Dios y Él lo inundará de una inexplicable tranquilidad, tan perfecta que una vez que te encuentres en ese punto con Él, nunca más querrás apartarte.

Confía una vez más en Dios, toma el reto de la fe y aún en medio tus circunstancias HOY y todos los días que están por venir, permítete reposar en El Señor.