Cómo prevalecer en tiempos de crisisMuestra

Los extremos son viciosos

En un extremo encontramos personas que se llenaron de temor y en el otro aquellos que dicen que la pandemia no existía. Quienes se llenaron de temor se alejaron de todo tipo de actividad, incluyendo el congregarse en obediencia a las leyes, lo cual fue prudente. Sin embargo, esto no es prudente por el resto de nuestra vida. Por otro lado, existe un grupo de personas que se negaron a guardar las normas de bioseguridad y se opusieron, pues dijeron que esta situación no era real.

Cada persona puede dejarse llenar de pensamientos diversos y que pueden ayudarlo a construir o destruir su vida. En cambio, un renacido debe saber que las leyes están hechas para sujetarse. Cada lugar te puede exigir o no el uso de mascarilla. Debemos someternos en la jurisdicción donde nos encontremos, sea que lo exijan o no.

Ser prudente nos permite vivir con las debidas precauciones, hacer las funciones de la vida cumpliendo con las debidas normas de bioseguridad como trabajar, ejecutar la función laboral, comprar las cosas de la casa y atender otros asuntos con sensatez. Actuando con previsión somos prudentes y precavidos, la imprudencia nos lleva a hacer lo que no se debe hacer. 

Vemos en las congregaciones que los que por años se reunían han dejado de hacerlo, lo que sucede por diferentes razones. Han reemplazado la asistencia presencial por la asistencia virtual; esto puede ser por pereza, comodidad o por una razón médica, pero es necesario que cada hijo de Dios viva con prudencia y realice las obras correctas. Proceder con cautela sin dejar lo importante es sabiduría, nos hace efectivos en el accionar. La imprudencia hace que ignoremos la situación y reaccionamos irresponsablemente. 

Si estamos comprometidos con la causa eterna nuestras prioridades serán de acuerdo con su voluntad, no nos iremos a los extremos, de manera equilibrada haremos lo que nos corresponde para ser expresión del que nos habita y podremos extender el reino. Absolutamente nada de lo que ocurre altera el propósito de Dios, asimismo cada situación que se nos presenta es la oportunidad de demostrar la nueva naturaleza que poseemos. Por su luz vemos claramente y entendemos que tenemos todo en él y que por nada vamos a detenernos.

Reflexionemos

¿Qué esperas para hacer la diferencia? ¿Saldrás a ser testimonio vivo como hijo de Dios? Ora por sabiduría y conocimiento de lo alto. Gracias doy a Dios por tu vida.