Cómo prevalecer en tiempos de crisisMuestra

¿Somos mayoría o minoría?

Aunque los hebreos eran mayoría en Egipto, pensaban como minoría, la mentalidad de minoría no tiene que ver con números tiene que ver con sentimientos de inferioridad. Estamos vivos, por esta razón tenemos mucho por hacer en todo tiempo y lugar. La identidad que portamos debe direccionarnos, pero en ocasiones nos vemos menguados. Eso le pasó al pueblo hebreo. Ellos estaban sometidos a esclavitud, no se habían integrado a la vida social, no eran productivos ni relevantes en Egipto. Se dedicaban a hacer sus propias actividades, era una subcultura, era una nación dentro de la nación, fueron dependientes del sistema y realizaban las labores más pesadas.

Lo anterior se lee como el peor panorama, no tenían nada y debían hacer lo más difícil. El trabajo que físicamente es más pesado es el menos remunerado. Porque los trabajos más pesados se realizan por los que están menos capacitados. Nadie en Egipto quería hacer los trabajos pesados. No había gente con soluciones, no había otro José, todos eran dependientes y se acostumbraron.

Parece que eran minoría, eran los menos favorecidos, aunque eran mayoría en número. Se reconoce a las minorías como grupos étnicos con menor capacidad y talento. Por lo tanto, cuando un gobierno marca a un grupo como minoría está dejándolos al margen, por su poca capacidad y juegan con el problema de identidad que tienen.

Es fácil engañar a ese tipo de grupos y por eso se aprovechan de ellos. En cambio, otros tienen más y poseen mejores privilegios. La verdad es que los otros trabajan inteligentemente y se preparan, pueden tomar decisiones y crecen en diferentes áreas. Tener mente de reino es vivir y operar en él, cuando una persona vive en el reino se manifiesta en su identidad en lo que hace. Es importante poner a trabajar la mente con los pensamientos de Dios para que funcione y produzcamos ideas asertivas. Muchos se han quedado como máquinas, hacen todo mecánicamente en su día a día y luego aún el fin de semana actúan de manera rutinaria. 

No vamos a cambiar el mundo mientras que el reino de Dios no sea una realidad en nuestras vidas, para esto la posición debe estar alineada a los principios del Reino. Somos predestinados para gobernar con autoridad. Todas las cosas que no permiten ver y hacer lo que corresponde al diseño, deben ser eliminadas de nuestra mente. Todo es de los hijos renacidos, tú y yo somos mayoría en Cristo.

Reflexionemos

¿Hago uso adecuado de la sabiduría que Dios me dio? ¿Soy una persona productiva?