Cómo mantener un matrimonio sólidoMuestra

Invertir en la apariencia

Entendemos que con el paso de los años nuestro cuerpo va perdiendo habilidades, el cuerpo va envejeciendo, eso no lo podemos evitar.

En el matrimonio se debe mantener una buena apariencia para que ambos vean el cuidado del amado, podemos recordar la primera cita. En aquella ocasión tomamos un tiempo previo para que no faltara ningún detalle para ese maravilloso encuentro. Con el correr de los años dejamos de arreglarnos para la pareja y este es un error.

El paso de los años no es sinónimo de mala apariencia, el descuido de la apariencia se refleja en la vida del matrimonio y a su vez tiene un impacto en la vida matrimonial. Nuestra apariencia debe tener especial cuidado para nuestra pareja, con cada año podemos mostrar una mejor semblanza si pensamos agradarnos y agradar al otro. Salir con el cónyuge debe ser de mutuo placer, pues es una nueva cita con tu amor. No podemos tomar el tiempo de casados como excusa, todo lo contrario, es una oportunidad para compartir y disfrutar el uno del otro, sin descuidar los detalles como arreglarse, perfumarse y verse lo mejor para su amor, sin importar la edad.

En el libro de Cantar de los Cantares, que es un libro lleno de romanticismo, dice así: «He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; He aquí eres bella; tus ojos son como palomas. He aquí que tú eres hermoso, amado mío, y dulce; Nuestro lecho es de flores». Esto de alagarse mutuamente es importante para ambos, se complementan pues son uno, se mantiene una relación viva y emocionante. 

Cantares describe cómo olía el amado, que en este caso es Salomón, ya que su olor era agradable y en el verso doce la sulamita también esparcía un olor fragante. Cuando el hombre y la mujer se preocupan por su aseo personal y por su vestimenta, están atentos a su pareja para ser apetecibles, atractivos el uno para el otro.

El arreglo personal marca una diferencia de cómo te valoras a ti mismo y cómo valoras a tu pareja. El hombre y la mujer instruidos en el conocimiento saben su posición de hijos del Rey, asimismo se deben ataviar para lucir frente al amado. Todos estos gestos enriquecen la relación y su permanencia en los días venideros. 

Oremos

Oro por sabiduría para conducirme manifestando al Cristo que mora en mí y que mi pareja lo vea en cada oportunidad que compartimos como matrimonio. Aleluya, gloria a Dios.