No Te Quedes Con Las Ratas Muestra

JUSTIFICACIÓN

No hacemos nada con pretender que siempre que pecamos es culpa de alguien o algo.

Los seres humanos somos expertos en delegar la responsabilidad de nuestros malos actos sobre otras cosas o personas, incluso en factores externos. Siempre nos excusamos haciendo entender que si fallamos, no es por nuestra culpa sino por otra causa que nos hizo fallar.

Volvamos al principio, en el momento que Dios reclama a Adán, éste le contesta: la mujer que Tú me diste me dio a comer el fruto, yo no comí del fruto por mi propia decisión, sino porque me diste una mujer defectuosa. Al final, Adán pretende no solo culpar a Eva, sino que directamente culpa a Dios, insinuando que fue Dios quien le entregó una mujer defectuosa. Eva por igual culpa a la serpiente, ninguno aceptó que por decisión propia habían sido desleales a Aquel que les entregó todo en las manos.

Se que un millón de veces te has preguntado: ¿Pero si Dios sabía que podían pecar, por qué colocó ese fruto en medio de todo el Jardín, que los invitaría en algún momento a fallarle o desobedecer Su mandato? Y te respondo brevemente, al momento que Dios nos creó, tal vez omando la experiencia anterior con Lucifer (abro mi imaginación a esto), decide no hacernos como a los ángeles, que siempre deben estar sometidos a la autoridad de Dios, esta vez, Él quiere hijos, quiere alguien que sea semejante a Él, sobre todo en la parte de tomar decisiones.

Cuando Dios entrega la tierra al hombre para que la dominara, nunca quiso que fuera una obligación, Dios nunca quiso que obedecerle y amarle fuera algo impuesto, Él siempre quiso que tuvieran la elección de amarlo porque así querían hacerlo.

Así mismo Dios sigue esperando que entre Su amor y el pecado, por decisión propia elijamos Su amor, una y otra vez.