Temas para un nuevo año 

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer (Juan 15:5).

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13).

Para muchos de nosotros, el Año Nuevo es un momento estratégico – un momento en el que estamos más dispuestos que nunca a cambiar nuestra perspectiva y enfoque de vida.

¿Por qué no utilizar el comienzo de un nuevo año para restablecer un enfoque adecuado en su vida cristiana? No puedo pensar en dos principios más importantes para tener en cuenta que Juan 15:5 y Filipenses 4:13. Considérelos “sujetalibros” para este año y toda nuestra vida.

Jesús dijo: "separados de mí nada podéis hacer". Jesús es la vid y nosotros los pámpanos. Él es nuestra fuente de vida y alimento. ¿De qué otras cosas se fortalece usted? Aquí, el secreto es permanecer: un caminar íntimo y cercano con Jesús; vivir con él. Tal caminar se basa por siempre en los fundamentos de la vida cristiana: oración, lectura y estudio de la biblia, comunión con los creyentes y servicio a la iglesia de Dios y a un mundo necesitado. Cuando hacemos esto, naturalmente damos mucho fruto para Dios.

Muchos sienten que han dado poco fruto para Dios, pero el fruto vendrá naturalmente a medida que permanezcamos. Este puede ser un año en el que le dé mucho fruto a Dios, guiando a otros a Jesucristo; sirviendo al pueblo de Dios en nuevas capacidades; viendo crecer la obra del reino de Dios.

"Separados de mí nada podéis hacer" es un principio importante. Pero la verdad de Filipenses 4:13 es igualmente importante de recordar para el Año Nuevo: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". Esta es la otra cara de la moneda de Juan 15:5 – sin Jesús, no podemos hacer nada; con Él, podemos hacer todas las cosas. "Todo" es bastante grande; sin embargo, la promesa de Filipenses 4:13 es aún más poderosa de lo que podemos pensar en un principio.

Si miramos el contexto de Filipenses 4:13, entendemos el poder de algunas de las cosas del “todo” que Pablo podía hacer a través de la Fortaleza de Jesús. Era la Fortaleza para sentirse abatido, tener hambre, sufrir necesidad, estar angustiado, y a través de todo ello tener un gozo y una satisfacción que se elevan por encima de toda circunstancia difícil. A través de Jesús, Pablo tenía la fuerza para abundar, estar pleno y lograr grandes cosas.

Su paz y alegría a lo largo del año pasado estuvieron directamente ligadas a la proporción en que usted vivió dentro de estos dos principios. Cuando encuentre personas que dependen completamente de Jesús y que reciben su fortaleza para las pruebas y la obra de la vida, las encontrará llenas de paz y gozo.

No importa qué tan bueno haya sido el año pasado en estas áreas, no hay ninguna razón por la que no pueda ser aún mejor, conforme usted dependa cada vez más de estos dos grandes temas para el próximo Año Nuevo.

Escrito por David Guzik para Enduring Word.