La Importancia de la OraciónEjemplo

Semana 3 - Día 3

Ora con Confianza

Lectura: Efesios 3:1–13

DEVOCIONAL: Efesios 3:11–12

"...conforme al propósito eterno que llevó a cabo por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor. En él, mediante la fe, tenemos libertad para acercarnos a Dios con toda confianza."

En el capítulo 3 de Efesios, Pablo elevó una oración por la iglesia en Éfeso. Sin embargo, la primera parte de su oración, los versículos 2-13, es algo difícil de seguir. Estos versículos describen el misterio de Cristo y cómo a través de Él, se ha revelado el plan de Dios para la redención del mundo.

En esta explicación, Pablo expresa el propósito de lo que Dios logró en Cristo y cómo ahora, debido a lo que Cristo ha logrado, tenemos acceso a Dios. Este acceso está disponible a través de la oración.

El acceso que tenemos a Cristo no es una especie arrogante de audacia. No es el tipo de audacia o confianza que alguien expresa cuando está a cargo o es dueño de algo. En cambio, esta audacia y confianza viene a través de la humildad.

Cuando entendemos la obra de Cristo, nuestra respuesta adecuada es la humildad. Él nos ha rescatado de la muerte y no hemos hecho nada para ganarlo. Podemos acercarnos a Dios a través de la oración con el denuedo y la confianza que provienen de un entendimiento completo de quién es Jesús y lo que ha hecho. Es una humilde audacia, teniendo conciencia de toda la fidelidad de Cristo y de lo que nos ha concedido. Su fidelidad nos permite la libertad de acceder a Dios. Nos permite acercarnos a Dios en cualquier momento con cualquier necesidad. ¡Qué increíble bendición!

Oración

Dios Padre, te alabo por el acceso que me has dado a través de la fidelidad de Cristo. Gracias a lo que Jesús ha hecho, puedo acudir a Ti con todas mis necesidades y peticiones. Ayúdame a ser humilde ante Ti, acercarme a Ti con denuedo y confianza por la obra de Cristo, no por mí misma. No he hecho nada para obtener una audiencia contigo, pero Cristo lo ha hecho todo. Me ha dado un gran privilegio y Su obra redentora me humilla. En el nombre de Jesús, amén.