La Importancia de la OraciónEjemplo

Semana 5 - Día 1

Comprometida a Esperar Expectante

Lectura: Salmos 5; Proverbios 8:17

DEVOCIONAL: Salmos 5:3

"Señor, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti y esperaré."

En este salmo, de sentimientos de corazón, David ofreció una oración al Señor. Le suplicó a Dios que escuchara su queja y le prestara atención. Pidió a Dios que le escuchara por la mañana al despertar, y de inmediato le expuso su caso al Señor. Luego, David esperó expectante una respuesta.

Este salmo nos da un patrón y una guía para la oración. David oró inmediatamente después de despertarse. Cuando Dios nos despierta cada día, podemos ofrecerle nuestro agradecimiento, nuestra devoción y nuestro amor. Nosotras también tenemos el privilegio de exponer nuestro caso ante el Señor todos los días. Él se preocupa por nosotras y nos guiaráa lo largo de nuestro día. Podemos adorarle exponiendo nuestras preocupaciones, así como nuestra gratitud y nuestra alabanza.

Al igual que David, Jesús también vivió así. Muchas veces en los Evangelios vemos a Jesús levantándose temprano en la mañana para pasar tiempo con Dios. Se dirigía a su Padre antes de que cualquier otra cosa tuviera la oportunidad de distraerle. Nosotras también podemos ir a Dios orando y buscar Su dirección a primera hora de la mañana.

Cuando estamos desesperadas por que el Señor intervenga en nuestras vidas, encontramos tiempo para orar y buscarlo. Pero cuando nos encontramos en el patrón cotidiano de la vida, no siempre es nuestro primer instinto. Que un patrón de oración y alabanza inmediata sea algo que marque nuestras vidas, sin importar nuestras circunstancias.

¿Pedirás al Señor que te ayude a establecer un patrón de adoración y oración a primera hora de la mañana?

Oración

Padre Dios, agradezco que Tus misericordias son nuevas cada mañana. Señor, conduce y guía mi día. Mantenme enfocada en dejar que mi luz brille para todos aquellos que necesitan conocer y experimentar Tu amor. Te ruego que derrames Tu paz y Tu amor en mi vida y en la de los que me rodean cada día. En el nombre de Jesús, amén.