Ansiosos Por Nada Para Lectores Jóvenes Por Max LucadoMuestra
En la lección de hoy, hablaremos de la segunda letra de nuestro acrónimo para combatir la ansiedad. A – Apela a Dios por ayuda
Pablo dijo en Filipenses 4:6 (rvr1960: «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias». Hasta ahora, Pablo nos ha dicho que nos consolemos con quién es Dios. Dios es misericordioso. Dios es soberano. Dios está cerca. Recordar estas cosas sobre Dios nos reconforta cuando nos sentimos ansiosos. Ahora, en este versículo, Pablo nos llama a actuar.
En la oración nos ponemos a trabajar. Es una forma de lidiar con nuestras preocupaciones. Es elegir llevar las preocupaciones a Dios antes de que la ansiedad se apodere de nosotros. La paz ocurre cuando la gente ora.
Dios quiere que oremos por todo. Como dijo Pablo: «Por nada estéis afanosos», sino presenten «todo» en oración.
¿Todo? ¿Realmente quiere Dios que oremos por todo? ¿Incluso por una rodilla raspada o por esa discusión que tuvimos con un amigo o por ese partido que tenemos próximamente? ¿Realmente le importan a Dios todas esas cosas? Sí.
Dios quiere escuchar tus deseos y tus problemas más pequeños. En Juan 2:1-5, la madre de Jesús, María, le pidió a su hijo que se ocupara de un problema bastante pequeño en comparación con otros milagros que realizó: tinajas de vino vacías. La gente del Israel del primer siglo sabía cómo organizar una fiesta. Una boda y una recepción no duraban solo un día. Las bodas duraban hasta siete días. La comida y el vino debían durar lo mismo. Así que María se preocupó cuando vio que la fiesta se había quedado sin vino.
No sabemos por qué se les acabó el vino, pero sabemos cómo consiguieron más. María le presentó el problema a Jesús y confió en que Él podría resolver el problema.
¿Alguna vez quieres orar por algo, pero piensas que a Dios no le importará? Recuerda esta historia. Era un pequeño problema, pero Jesús lo arregló. Y no solo llenó un par de botellas de vino. La Escritura dice que había seis tinajas de piedra que contenían veinte o treinta galones de agua cada una. ¡Eso es cerca de ciento ochenta galones de vino!
Jesús se preocupa por tus pequeñas peticiones, y puede responderlas a lo grande.
Tengo una historia que demuestra que Dios se preocupa por nuestras peticiones de oración, por más pequeñas que sean. Hace varios años, me entrené para correr un medio triatlón IRONMAN. Esta es una carrera seria. Primero, nadas 1,2 millas, luego te montas en bicicleta 56 millas, y luego corres 13,1 millas.
Cualquiera que participe en esta carrera sabe que tiene que llevar algunos tentempiés. Estamos en el circuito durante seis horas. Nos da hambre. Uno de los tentempiés más populares se llama GU. Cabe en un pequeño paquete y está hecho de una sustancia pegajosa que te da mucha energía. Siempre llevo mucho GU en los bolsillos, pero en esta carrera se me acabaron. Todavía me quedaba un largo camino por recorrer, y sabía que necesitaba más GU si quería terminar.
Así que, ¿sabes lo que hice? Oré por GU. Dije: «Señor, puede que esta sea la única vez que escuches esta petición de oración, pero esta es mi situación. Me quedé sin GU, y necesito más para terminar esta carrera».
¿Cayó la GU del cielo? Bueno, más o menos. Solo conocía a otras tres personas que estaban en esta carrera. Tres de entre miles. Uno era un amigo de Indiana. ¿Y adivina quién corrió a mi lado justo cuando estaba orando por las GU? Sí, ese amigo de Indiana. Cuando escuchó que necesitaba GU, buscó en su bolsillo y sacó tres paquetes.
«Toma», me dijo, «¡Tengo mucho!».
Puede que pienses que esta es una historia extraña. Tienes problemas reales, más grandes que quedarte sin GU. Pero eso es lo que quiero decir.
¿Por qué accedió Jesús a la petición de María de más vino? Nadie se estaba muriendo. No era una emergencia. Lo hizo porque a María le importaba. Él también se preocupa por tus problemas, por pequeños que sean, porque tú te preocupas por ellos. Si Él puede ocuparse de mi GU, imagina lo que puede hacer por ti.
Pablo nos dijo que oráramos por todo lo que necesitáramos. Cuando hacemos esto, ocurren tres cosas.
1. Mostramos a Dios que nos tomamos en serio nuestras oraciones.
Si le dices a un amigo: «Oye, ¿puedo ir a tu casa algún día?», es posible que ese amigo no piense que vas a ir en serio. Pero si le preguntas a tu amigo: «¿Puedo ir el viernes por la tarde?», entonces tu amigo sabrá que realmente quieres ir. Lo mismo sucede cuando oramos. Cuando le decimos a Dios exactamente lo que necesitamos, Él sabe que lo decimos en serio.
2. Somos capaces de ver cómo actúa Dios.
Esto es como mi historia del GU. Supe que Dios había respondido a mi oración porque oré por GU y lo obtuve. Cuando oras por algo específico, es fácil ver cómo Dios responde a tu oración.
3. No nos cargamos con tantas preocupaciones. A veces nos sentimos ansiosos, pero no nos detenemos a identificar por qué estamos ansiosos. Simplemente nos guardamos el sentimiento en nuestro interior. Esto puede hacer que sea difícil saber exactamente qué es lo que nos hace sentirnos preocupados.
Intento orar todas las mañanas antes del trabajo para no cargar con demasiadas preocupaciones. Soy muy detallista en mis oraciones, diciendo cosas como: «Señor, tengo una reunión a las 10:00 a.m. que me preocupa. ¿Me ayudas a saber qué decir y cómo responder a los demás?». Luego, si me preocupo por esa reunión cuando llego al trabajo, recuerdo que ya le entregué esa preocupación a Dios. Él la tiene, y ya no tengo que preocuparme por ella.
Escrituras
Acerca de este Plan
Ansiosos por nada ayuda a los jóvenes a superar la ansiedad y las presiones del mundo actual, a llegar a una comprensión más profunda de la presencia amorosa de Dios, tal como se promete en Filipenses 4:6-7, basándose en el contenido del libro de Max del mismo nombre. Un plan para niños que se sienten abrumados, solos o ansiosos, o que quieren experimentar la abundante alegría y paz de Dios.
More
Nos gustaría agradecer a HarperCollins/Zondervan/Thomas Nelson por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: http://www.librosdemaxlucado.com/