¡Hoy quiero aprender a ser su amigo!Muestra

Hey, que Dios te bendiga, ¿sabías que es una bendición tenerte aquí?

COMENCEMOS

En el primer día, vimos la importancia de detectar aquellas cosas que impiden que podamos amarnos para entregarlas en la Cruz y hablarlas con Jesús. Hoy hablaremos de un amor sincero e inmensurable.

Sabes, Jesús no finge ser Jesús; Él no finge ser bueno. Él es. Es el Rey de Reyes y Señor de Señores. Aún así, siendo Rey, cada día nos muestra que prefiere dejar el palacio y correr al lodo. Ahí donde nosotros estamos. Él quiere restaurarnos, abrazarnos y sanarnos. No se trata de lo que tú pienses de ti o veas en ti mismo, o de cuántos errores hay en tu lista. Se trata de tener la vista correcta. Su vista. Hoy ponte los anteojos de Cristo. Mírate como él lo hace contigo.

ÉL NOS ABRAZA TAL Y COMO SOMOS

Siempre nos estamos viendo con la etiqueta de IMPERFECTOS, y es que eso somos. Sin embargo, Jesús insiste con nosotros. Él quiere estar con nosotros. Mirá lo que dice en Filipenses 2:5:

"Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,"

Hoy quiero preguntarte, ¿qué sentís por vos? ¿Es enojo? ¿Es odio? ¿Sentís ganas de ya no existir? Te puedo asegurar que eso es totalmente diferente a lo que Jesús siente por ti. ¿Alguna vez te preguntaste qué pasa cuando el corazón de Jesús late por ti? ¿Qué siente Él? Es muy loco pensar que Dios soñaba con tu llegada al mundo incluso sin haberte creado. Él te pensaba. Te abrazaba en silencio y en fe. Porque sabía que un día específico alguien como tú llegaría a este mundo.

Ahora, ¿por qué estamos hablando de esto? Es importante entender que para establecer una amistad con Jesús necesitamos primero estar dispuestos a amarnos, para luego poder amar a Dios, y finalmente poder abrazar ese amor que Él tiene para dar y brindar.

Tarea del día: (Responder las siguientes preguntas)

¿Comenzaste a amarte?

¿Qué sentís por tu vida?

¿Qué pasa por tu cabeza y tu corazón?

¿Qué crees que siente Jesús por vos?

ORACIÓN:

Hoy quiero que agradezcas conmigo por el amor de Jesús; aquel que desde la Cruz demostró que tu vida vale y mucho; alguien que te demostró que mereces el mejor lugar. Yo no sé si me estás entendiendo pero Jesús te ama. Veo en Él un amor inmenso por ti.