DIOS es para siempreMuestra

La comodidad es pasajera, pero DIOS es para siempre

«¿Puedo ponerme cómodo?» Esa pregunta se hace casi todas las noches en mi casa. Cuando Kim o yo regresamos a casa del trabajo, anhelamos ese momento en que podamos cambiarnos la ropa de docente o de pastor y ponernos los pantalones elásticos y las sudaderas afelpadas. Pocas cosas son mejores que sentirse cómodo.

Uno de los problemas de la vida es que rara vez es cómoda. Desde incómodos zapatos hasta situaciones y conversaciones incómodas, es raro que realmente podamos relajarnos. Si Jesús llamó a la gente a que «tomara su cruz» y lo siguiera, probablemente no deberíamos esperar una «vida de pantalones elásticos» (Marcos 8:34).

En contraste, por eso adoro a DIOS. Porque DIOS nos está ofreciendo comodidad eterna. Un día, muy pronto, Jesús regresará y todo momento incómodo habrá terminado. El malestar de la muerte pasará. Las muecas de dolor también desaparecerán. El reino de la incomodidad terminará, y Jesús hará nuevas todas las cosas (Apocalipsis 21:4,5). Incluso ahora, nuestro Salvador nos invita: «¡Alto! ¡Reconozcan que yo soy Dios!» (Salmo 46:10).

¿Puede imaginarlo? Cuando veamos a Jesús, nos vestiremos de comodidad eterna y de una felicidad que nunca tendrá fin. Los dolores corporales y los dolores relacionales quedarán en el pasado. Nuestro futuro eterno será de descanso, relajación y comodidad indescriptibles. ¡Pocas cosas, ni siquiera los pantalones elásticos, serán mejor que eso!