DIOS es para siempreMuestra

Todo es pasajero, pero DIOS es para siempre

A lo largo de 157 domingos seguidos, usé la misma camisa de cuadros azules con botones para ir a la iglesia y no estoy exagerando. Debo ser una criatura de hábitos, porque me encantaba usar esa camisa. Lamentablemente, los hermosos cuadros azules comenzaron a desgastarse y mi preciada ropa para la iglesia terminó en el basurero.

De acuerdo con Salomón, así es como funciona la vida «bajo el sol» (Eclesiastés 1:14). Todas las cosas de la tierra, incluso aquellas cosas que atesoramos, son temporales. «¡Todo es vanidad!», se lamentó Salomón, queriendo decir que nada dura tanto tiempo (Eclesiastés 1:2). No solo la ropa, sino también los amigos, la familia, la comodidad, el control, los elogios, la productividad, el dinero y la salud, todos vienen y van, sin importar cuánto oremos para que duren. Esta realidad es la razón por la cual nos preocupamos tanto por el mañana. Podríamos perder algo que amamos.

En contraste, es por eso que adoro a DIOS. Dios es eterno. No tiene fin. Él dura para siempre. Si bien cualquier cosa se puede acabar y cualquier persona puede abandonarnos, DIOS ha prometido: «No te desampararé, ni te abandonaré» (Hebreos 13:5). La buena noticia no es que DIOS sea amoroso, perdonador o misericordioso, sino que Dios es eterno. Esto significa que su amor, perdón y misericordia perdurarán para siempre.

En los próximos días, quisiera que apreciemos la naturaleza eterna de DIOS. En un mundo donde todo es pasajero, la presencia de DIOS es lo único en lo que siempre podemos confiar. Esa verdad es suficiente para ofrecernos verdadera paz.