El Buen PastorEjemplo

¡Ese es el indicado!

¿Qué piensa usted cuando ve a un grupo de adolescentes sentados en la misma mesa, mirando sus teléfonos? ¿O cuando su sobrino audazmente realiza una publicación anticristiana en las redes sociales, aun sabiendo que usted es un devoto seguidor de Jesucristo? ¿O cuando la vecina de al lado quiere hacer la transición para ser el vecino de al lado? ¿O cuando escucha las estadísticas acerca de cuántos estudiantes universitarios oran o incluso creen en Dios?

¿Confusión? ¿Frustración? ¿Desesperación? Antes de ceder ante esos sentimientos, observe cómo se siente Jesús: «¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las otras noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se ha perdido?» (Mateo 18:12). Cuando el Buen Pastor pierde solo una oveja por los caminos errantes, ¿cómo se siente? Inquieto. Compasivo. Con el corazón roto.

A medida que Estados Unidos se convierte en una cultura cada vez menos cristiana o más anticristiana, los cristianos no debemos de olvidar las palabras de Jesús. Quienes se encuentran lejos de Dios necesitan que nuestro corazón se quebrante, se quebrante lo suficiente para motivarnos a salir de nuestra zona de confort, se quebrante lo suficiente para que los amemos y los escuchemos y que se quebrante lo suficiente para que busquemos formas de llevarlos de regreso a donde el Único Pastor que es capaz de salvarlos del peligro.

Entonces, cuando usted vea a alguien que está lejos de Dios, recuerde: «¡Ese es el indicado!». De ese fue quien habló Jesús. Ese es a quien Dios todavía anhela llevar a casa.