Mis tormentasMuestra
Día 2: Tormentas que no me dejan ver
En una oportunidad manejando hacia el trabajo nos sorprendió una tormenta. En plena autopista perdimos la visión del camino por completo. La lluvia era tan fuerte que no veíamos ni siquiera a los otros automovilistas. Tuve que frenar el automóvil al costado de la autopista con luces encendidas y esperar a que la lluvia no fuese tan fuerte.
Me ha pasado donde mis problemas no me dejaban enfocar en mi camino de la vida con Dios. Perder el enfoque hace que corra un gran riesgo. Si no tengo una dirección en la que enfocarme, el riesgo de accidentarme es inminente.
Mis problemas suelen nublarme y pierdo el control. Las tormentas interiores son situaciones que todos cruzamos, pero no todos reaccionamos de la misma manera. Se hace difícil seguir si nuestra visión no está óptima.
En el Salmo 34:5 los que miraron a Él fueron alumbrados. Si la Biblia habla de que mirando a Jesús encontraría luz, es porque estoy viviendo en oscuridad. En muchos períodos la oscuridad es lo que me ciega y no me permite ver lo que Dios tiene para mí. Esa oscuridad es provocada por tormentas en mi corazón; son relámpagos de incertidumbres que me acomplejan, truenos de dudas que me asustan, pero si estoy enfocado en Él, que es el sol de justicia, todo mejora, las tormentas se van, la oscuridad se disipa.
Escrituras
Acerca de este Plan
Todos tenemos estados difíciles, pero ¿qué pasaría si te dijera que hay un camino para cruzarlos y sobrepasarlos de una manera victoriosa? Que estos tres días de devocionales te acompañen en tu tormenta difícil.
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Nos gustaría agradecer a HUGO GONZÁLEZ por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/hugonzalez1/?hl=es-la