La vida de un líder de alabanzaEjemplo

¿Vives lo que  cantas?

¿Cantas lo que dices o piensas lo que cantas? Cómo vivimos la respuesta a estas preguntas es un reflejo de nosotros como adoradores. Cuando reflexionamos en los  valores, tanto de las cosas que se dicen y viven, estos son fruto de un corazón que crece en Cristo. 

“Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu" (Efesios 3:16).

El ser interior es en lo que Dios está más interesado en vez de la habilidad de nuestras voces. Al mismo tiempo, nuestras habilidades y talentos, sean los que sean, declaran la obras de Dios. Para ser de gloria en Su alabanza debemos confiar en cada palabra de Dios. Él es nuestro escudo y defensa. Y cubre a los que ponen su confianza en Él.  ¡Entonces, vale la pena cantar! 

Nosotros lo amamos porque Él nos amó primero. También cantamos a Él porque Él canta sobre nosotros. Cuán grande es nuestro Dios, que nos enseña a cantar y hacer gloria en Su alabanza. Todo lo que hacemos y cantar debe ser una respuesta hacia el exterior de adoración, que fluye de una transformación interior por medio de Cristo. 

"Cantad la gloria de su nombre; Poned gloria en su alabanza" (Salmo 66:2).