7 Pasos Para Vivir en La Cuarta DimensionMuestra

Sueños

Mucha gente anda perdida, porque ha abandonado el sueño. El mundo necesita de los sueños y visiones que profetizó Joel (Joel 2:28). Entonces, ¿cómo podemos realizar los sueños que Dios nos ha dado?

En primer lugar, dibuje un sueño y una visión específica. Debemos vivir con un sueño. Dios no usa a personas sin visión. Observe cómo Dios le otorgó un sueño a Abraham. Era un anciano de 75 años que estaba esperando el fin de su vida. Pero un día, Dios le reveló una visión brillante. El sueño hace que una persona pase de ser ordinaria a extraordinaria, y se convierta en un hombre de visión. No importa la edad. No importa la raza. El sueño entra en una persona, y la misma es mudada en otra persona por causa del sueño. Se dice que la Madre Teresa pudo hacer algo extraordinario a tal grado de recibir el premio nobel de la paz, esto se debe a que tenía un sueño. Si bien apenas tenía unos billetes de 10 dólares en su mano, había un gran sueño en su corazón.

El segundo paso que debe dar es comenzar ahora mismo con lo poco. El verdadero visionario y soñador no descuida lo poco. Es decir, no basta con tan solo tener el sueño, sino que debe establecer planes concretos para alcanzar el objetivo. No hay que apresurarse, sino que debe consolidar la base primeramente, a fin de alcanzar la meta. El visionario debe confesar, diciendo: “Yo sueño, Dios trabaja”. Aunque mi sueño se desvanezca delante de mi vista, el sueño de Dios puede resucitar por el poder de Dios.

Otro punto es que no debe soñar solo. El siguiente paso consiste en hacer de mi sueño, nuestro sueño. Cuando el pastor Martín Luther King dijo: “Tengo un sueño”, ese sueño pasó de ser el sueño de un hombre a ser el sueño de todos. Es decir, se convirtió en un sueño donde los blancos y los negros compartían el reino de los cielos. Todos comenzaron a soñar cuando les compartió su sueño. A consecuencia de esto, la sociedad estadounidense pasó la etapa de la discriminación racial, y ahora acepta la diversidad de las naciones. De la misma manera, algo maravilloso ocurre cuando el sueño de uno se convierte en el sueño de muchos en Dios.

Por último, conviértase en un líder que siembra la semilla de los sueños en otros. Nuestras naciones necesitan soñar para sobrevivir. Necesitamos líderes que siembren un sueño que apunte hacia el futuro. No un sueño que uno se olvida al despertarse por la mañana, sino un sueño sólido que transforma naciones. Concibamos esta clase de sueños mediante la palabra de Dios. Dios salvará y transformará nuestras naciones por medio de nuestros sueños.