Viviendo Con PropósitoEjemplo

Sin desenfoques

Son muchos los caminos que podemos escoger, pero la verdad es que solo uno es el correcto, solo uno nos da vida eterna: Jesús.

No tener claro esto es lo que nos lleva a vivir desenfocados, perdidos entre metas pasajeras y tambaleándonos en falsos fundamentos. Cualquier parada de la vida nos parece perfecta, porque no somos capaces de reconocer hacia dónde vamos.

A través de David, entendemos cuán importante es tener definido nuestro enfoque, el cual es y siempre debe ser Dios, porque solo así daremos los pasos adecuados que nos acerquen cada vez más a Él y seremos fortalecidos para rechazar lo que nos aleja.

El mundo se empeña en entretenernos y desviarnos, pero en nosotros descansa la decisión de acallar esa voz y subir el volumen de Aquél que nos amó primero, nuestro Señor. Cuando nuestra elección es Él, su favor estará sobre nosotros, guiándonos y allanando todo terreno.

En ti descansa la decisión de qué camino seguir, hacia dónde ir, pero debes saber que solo cuando lo escoges a Él es que comprendes tu identidad y, por tanto, tu propósito.

Vamos, es tiempo de despertar y determinar tu enfoque en Dios, permanecer en Él sin importar las circunstancias y moverte bajo su plan para ti. ¡Sin desenfoques prosigamos hacia la meta de encontrarnos con Él!