Viviendo Con PropósitoMuestra

Dando a Dios su lugar de Dios

Dios es, sin necesidad de nosotros. Es el Gran Yo Soy. Aún cuando tú y yo no le reconocemos, Él sigue siendo, porque el Creador no depende de sus creaciones para habitar y ser.

Sin embargo, contrario a esto, nosotros sí le necesitamos para ser y existir. Afuera de Él no tenemos vida. Es por ello que cuando no le damos su lugar de Dios, experimentamos un gran vacío que nada ni nadie puede llenar.

La aceleración de estos tiempos trae consigo la gran mentira de que no tenemos tiempo para nada. Por tanto, nos sentimos obligados a escoger lo que haremos entre todas nuestras actividades del día, dejando algunas de ellas fuera de la agenda. Tristemente, para muchos esto incluye a Dios.

No obstante, siempre llegan los procesos y situaciones de aflicción que nos hacen recordar que la única manera de vivir es estando rendidos ante Él y caminando en sus designios para nosotros.

Necesitamos aprender a amar a Dios, a deleitarnos en Él y sus planes, a reconocer que somos dependientes, porque solo así comprenderemos que de nada vale seguir llenando nuestro equipaje, si al final del trayecto lo único realmente importante no está.

No hay atajos para tener una relación con Dios ni para crecer espiritualmente. Se requiere sacrificio, entrega, amor, rendición y adoración constante. Empieza hoy, dale su lugar en tu vida y verás como su orden reinará en todo lo que hagas.