Cristología Del Nuevo Testamento: Jesucristo Es El SeñorMuestra
El poder de Jesús: los milagros (Segunda parte)
Las narraciones de milagros en los Evangelios se relacionan directamente con las acciones de Jesús, y también de algunos de Sus discípulos. En esos relatos, el Señor responde a algún problema mayor o alguna adversidad seria que afecta a los individuos, los grupos y la naturaleza. Y ante un desafío formidable, los evangelistas presentan a un Jesús lleno de autoridad espiritual y poder divino que es capaz de superar esos infortunios de salud física y emocional, y vencer las complejidades y los problemas en la naturaleza.
En el Evangelio de Juan, para aludir al ministerio milagroso del Señor, se utiliza una doble expresión griega que se ha traducido tradicionalmente como “señales y prodigios” (Jn 4.48). Además, es posible que la expresión griega, que se ha vertido tradicionalmente al español como “hacer el bien”, esté también relacionada con el mundo de lo milagroso asociado a las actividades educativas y misioneras de Jesús.
Al estudiar con detenimiento los milagros que se atribuyen a personajes de la antigüedad se descubre una serie importante de características singulares en las actividades que llevaba a efecto Jesús. En primer lugar, Jesús no hacía milagros para exhibir Sus poderes o para hacer un espectáculo de Su autoridad espiritual. Por el contrario, siempre las narraciones de milagros asociadas con las actividades del Señor responden a los clamores humanos más hondos y sentidos. El milagro es un acto para manifestar la misericordia y el amor de Dios.
El propósito de Jesús en Su tarea milagrosa es eliminar las dolencias, enfermedades o condiciones que le impedían a las personas vivir vidas liberadas, autónomas, gratas y bendecidas. No había honorarios ni los milagros se llevaban a efecto para castigar personas, que son detalles que se descubren al estudiar las narraciones generales de milagros en las sociedades griegas y romanas de la antigüedad.
El buen modelo de Jesús como Rabino, Maestro, Profeta y Sanador se descubre y afirma en los Evangelios canónicos. Para Jesús, Su tarea docente y profética incluía lo milagroso, para afirmar desde diferentes ángulos la llegada del Reino. Los milagros y las sanidades eran parte integral de la comprensión misionera y programática de Jesús. Y esa actitud ministerial del Señor fue un elemento fundamental para el desarrollo de una cristología contextual y pertinente.
Escrituras
Acerca de este Plan
Jesucristo es el Señor: esa fue la afirmación más poderosa de los primeros cristianos. A través de este plan de lectura de 10 días, podrás descubrir algunos puntos centrales de la cristología (es decir: la reflexión sobre la persona y la obra de Jesucristo), a través de todo el Nuevo Testamento.
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Nos gustaría agradecer a Editorial CLIE por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://bit.ly/3z0GHio