El Precio De SoñarMuestra

La cárcel te equipa en humildad y es el primer lugar donde se manifiesta tu formación de carácter

Preso por honradez, ¿te favorece esta frase?

La verdad es que a nadie le gustaría, sin embargo fue el mayor precio que le tocó pagar a José.

“Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo” (Génesis 39: 7).

Ten cuidado amigo, amiga mía, porque el sueño que portas será probado hasta las últimas consecuencias. Necesitas probarle a Dios que eres leal y fiel a lo que te ha entregado y que lo cuidarás como el regalo más preciado.

• La mujer de Potifar vio la gracia que portaba José y quiso desviarlo de su propósito. Quizá como José, tienes un sueño de Dios gestándose en ti, no lo conoces al 100%, pero ¡está ahí! Ves a Dios abrirte puertas, bendiciendo tu vida, mucho cuidado con caer en las garras del enemigo, porque lo único que quiere es desviarte del propósito.
• La mujer de Potifar fue el instrumento que probó la fidelidad y lealtad de José. Pero, te lo digo otra vez, no pudo vencerlo porque él estuvo muchísimo más afirmado a su fidelidad a Dios que a lo que Potifar, su mujer o todo lo que se levantara pudiera provocarle.
• La mujer de Potifar, dice la Biblia en el versículo 12 que lo asió por su ropa, asió significa que la tomó en sus manos. Imagino a esta mujer quitándole la túnica a José, y él como esclavo no podía negarse pues le pertenecía a su señor y todo lo que de él viniese. Sin embargo, su cuerpo, su pudor, testimonio y consciencia, no le pertenecían más que a Jehová.

En el versículo 13 y hasta el 20, del mismo capítulo 39, relata la historia sobre cómo José huyó y la mujer, al sentirse rechazada, mintió sobre la situación, haciendo a José responsable de la escena donde ella tenía la ropa de él en sus manos.

Ya sabemos cómo terminó la historia, José en la cárcel, en el horno de su propósito. Porque con ser leal no es suficiente, con huir de la tentación y de lo que te limita de cumplir con la voluntad de Dios no es lo único por hacer. También necesitamos pagar la consecuencia de nuestra fidelidad a Dios, pero ¡no es malo! Al contrario, es en el horno donde se pule nuestra paciencia, confianza, temor de Dios y sobretodo la obediencia. Porque es aquí donde Dios le da a José un nuevo sueño, uno que lo saca de la cárcel al palacio del rey.

Mañana completaremos este devocional. Mi oración es que lo completes pero más aun que vayas visualizando en cuál de los procesos te encuentras.

La historia de José no es solo para que sepamos lo que pasó, sino para que veamos a Dios obrando en nosotros, porque así como estaba con José también está contigo y conmigo.