La Vida Es Un RatitoMuestra

CUIDA DE TI MISMO

Saber vivir bien también se trata de cuidar de nosotros mismos. Cuidarnos es proveer “lo que es necesario para la salud, el bienestar, el mantenimiento y la protección de alguien o de algo”. En este sentido, el deber de cuidarse se encuentra ligado al segundo gran mandamiento que nos dejó Jesús: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

No debemos amar a nuestro prójimo en vez de a nosotros mismos, sino como a nosotros mismos. Debemos ser cuidadosos aquí para no caer en algún exceso, pero, de seguro hay una forma apropiada de cuidados personales.

¿Deben los cristianos hacer énfasis en el cuidado de sí mismos? Creo que la respuesta es sí. Una doctrina básica de la cosmovisión cristiana es que debemos cuidarnos.

La Biblia deja en claro que somos más que un mero cuerpo o meramente un alma. Sabemos que hay lazos estrechos entre nuestra salud física y emocional, o entre nuestro bienestar emocional y espiritual. Aprendemos rápidamente que tenemos más cantidad y calidad de cuidados que ofrecerles a los demás cuando hayamos cuidado de nosotros mismos. Lo que expresamos externamente es el reflejo de lo que nos sucede internamente.

Cuando nos cuidamos a nosotros mismos, estamos cuidando lo más elemental que Dios nos ha dado para hacer lo propio con los demás.

De este modo, podremos cuidar mejor a los demás cuando hayamos cuidado nuestra propia salud física; cuando hayamos cuidado de nuestra salud mental; cuando hayamos cuidado de nuestra salud espiritual y cuando hayamos cuidado de nuestra salud relacional.

Precisamente por causa del amor de Jesús por el prójimo (y no al margen de él), fue que a veces se apartaba de la gente para pasar tiempo con Sus amigos y con el Padre.

La persona con niveles adecuados de estima, es capaz de establecer límites que propicien relaciones personales sanas, respeta y se hace respetar, es consciente de sus limitaciones y debilidades, reconoce los errores que comete y asume las consecuencias de los mismos, atiende sus necesidades, convive en paz y armonía con otras personas y por sobre todo, ha ofrecido el control de su vida y decisiones al Espíritu Santo.

La vida se vive mejor cuando estamos sanos en todas las áreas, si aun no lo haces debidamente, es momento de replantearte el tiempo que estas dedicando para el cuidado de ti mismo, esto no es un asunto de procrastinar, establece una rutina de ejercicios acorde a tus necesidades, come saludablemente, haz tu chequeo médico correspondiente, duerme lo necesario, toma tiempos para recrearte, en fin, cuídate a ti mismo para que puedas también cuidar de aquellos a quienes Dios ha puesto a tu alrededor.