Eligiendo a Dios en Lugar De Las Cosas Del MundoMuestra
Lectura: Génesis 44; Juan 15:12–13; 1 Juan 1:8—2:2
EOAO: Juan 15:12–13
“Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno dé su vida por sus amigos".
En el Texto
Después de festejar con sus hermanos, José los sometió a una prueba final acusándolos falsamente de robo. Los puso a prueba para ver si valoraban la vida de Benjamín más que la suya propia, algo que no habían hecho por José. Habían pasado más de veinte años desde que Judá sugirió vender a José a un grupo de ismaelitas. Y sorprendentemente, Judá fue el que estuvo dispuesto a sacrificarse para salvar a Benjamín.
Los habían descubierto. Aunque no habían cometido el crimen del que fueron acusados, Judá reconoció sus crímenes contra José, reconociendo cómo Dios había expuesto su pecado después de todo. Fueron acusados de lo que no habían hecho para que reconocieran lo que habían hecho. Judá entregó la vida de José cambiándolo por veinte piezas de plata. Sin embargo, Judá mostró un corazón cambiado cuando se ofreció en lugar de Benjamín.
Dios restauró la unidad de Su familia escogida a través de estos eventos. La voluntad de Judá de sacrificarse a sí mismo demostró que era apto para el liderazgo en la nación de Dios: los reyes más grandes del pueblo de Dios vendrían de su linaje. Sus acciones representaban la voluntad de proteger a su familia y mantener la unidad, unidad que solo podía restaurarse si alguien estaba dispuesto a soportar el sufrimiento en nombre de su hermano.
Generaciones más tarde, un descendiente de Judá realizaría el mayor acto de amor sacrificial al ofrecerse a Sí mismo por los pecados de los demás. Él soportó el sufrimiento para que pudiéramos ser salvos.
Como humanas, todas hemos pecado, todas elegimos rebelarnos y desobedecer los mandamientos de Dios. Debido a esto, nuestra unidad con Él se rompió. Pero, como pasó con la familia de José, nuestra unidad con Dios se restaura debido a la disposición de uno a sufrir por los demás. Jesucristo se ofreció a Sí mismo por nosotras, sufriendo las consecuencias del pecado para que nuestra relación con Dios pudiera ser restaurada. Su sacrificio es la máxima muestra de amor y unidad.
Solo al reconocer nuestro pecado ante Dios, podemos ser devueltas a la unidad con Él. Si decimos que no tenemos pecado, solo nos engañamos a nosotras mismas y nos alejamos de una vida de libertad en Cristo. Cuando confesamos nuestros pecados, Él es fiel para perdonarnos y restaurar nuestra relación con Dios Padre. Él es nuestro abogado, nuestro medio de unidad con el Padre porque Él dio Su vida por nosotras. ¡Su amor es incomparable!
Acerca de este Plan
"Eligiendo a Dios en lugar de las cosas del mundo" estudia la vida de dos hombres, Jacob y José, sus familias y las elecciones a las que se enfrentaron. Tanto Jacob como José recibieron una promesa específica de Dios, pero vivieron su fe de manera muy diferente. Veremos la importancia de elegir las cosas de Dios y la forma en que Dios recompensa a los que caminan con Él.
More
Nos gustaría agradecer a Love God Greatly - Spanish por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://lovegodgreatly.com/spanish/