SimplificarMuestra

Ya has visto este pasaje bíblico varias veces a lo largo de este devocional. Tal vez te preguntes por qué sigue apareciendo. Bueno, vale la pena repetir esta idea de amar a Dios porque no sólo nos recuerda que debemos dar amor, sino que también tiene el potencial de moldear la forma en que vivimos. Amar a Dios con todo tu corazón, tu ser y tu mente tiene que ver con las decisiones que tomas y la forma en que vives tu vida. El amor es una acción y requiere que dediquemos todo lo que hacemos a Dios. La verdadera belleza de esta idea es que Dios nos amó primero. No amamos a Dios para conseguir su amor. Lo amamos porque Dios nos amó primero.

Hoy, escribe estos versículos en una nota adhesiva y colócala en algún lugar que veas todos los días, como el refrigerador, tu tablero o tu cuaderno, como un recordatorio de amar a Dios con todo tu ser. Verlo repetidamente también te ayudará a memorizarlo.