Encuentra Tu MisiónMuestra
Ayer examinamos la vocación general de los cristianos. Y con la pregunta, ¿qué necesidad de este mundo te mueve a la acción? Hoy queremos hablar de tus puntos fuertes. ¿Los conoces? Tus puntos fuertes son un regalo de Dios para tu misión. Puede que te resulte difícil dar una respuesta segura a esta pregunta. Es posible que inmediatamente pienses en cosas que no puedes hacer. Del mismo modo, puedes pensar en cosas que tu amigo puede hacer muy bien. ¿Por qué? No te das cuenta de tus puntos fuertes porque han formado parte de tu vida durante mucho tiempo y los aceptas como algo normal. Muchos de ellos ya se han desarrollado en tu infancia. Incluso puedes percibir algunos de tus puntos fuertes como negativos. Por ejemplo, si te criticaron repetidamente por ellos cuando eras niño.
Tú y tus habilidades son únicas. Lo que tú descartas como normal es en realidad especial. Para que te des cuenta de lo especiales que son tus puntos fuertes, es importante que te reconcilies contigo mismo y con tus capacidades. No con arrogancia o prepotencia, sino con honestidad y agradecimiento. Siempre con la vista puesta en el servicio a los demás. Tienes que saber qué te hace tan especial. Solo entonces podrás utilizar tus puntos fuertes para tu misión. Dios te ha dado estos talentos y fortalezas. Algunas de ellas probablemente ya las has desarrollado. Otros todavía están esperando a ser descubiertos.
Al mismo tiempo, Dios no tiene ningún problema con tus debilidades. No se puede hacer todo. Y no tienes que hacerlo. En 1 Corintios 12, Pablo escribe sobre cómo el cuerpo está formado por diferentes partes que tienen sus propias tareas y habilidades. Un cuerpo sano solo funciona cuando cada parte cumple su propia misión. Tus debilidades te sirven para entender que necesitas a los demás. Igual que ellos te necesitan a ti. Pablo utiliza esta imagen para mostrar que, como parte de la Iglesia, dependemos unos de otros.
La comprensión que Dios tiene de nuestras incapacidades se muestra en la llamada de Moisés. Mientras Dios veía en él al futuro líder y libertador de su pueblo Israel, Moisés sólo se fijaba en sus insuficiencias. 40 años en el desierto habían convertido al antiguo príncipe en un pastor humillado. Que volviera a salir de este lugar estaba más allá de su imaginación. Sin embargo, Dios había tenido un plan para él todos estos años. En la soledad, lo había preparado para su misión personal. Mientras pasaba un día tras otro, Dios estaba trabajando en el fondo todo el tiempo. Cuando se encontró con él en la zarza ardiente de Horeb, Moisés no tenía ni idea de que solo un poco más tarde recibiría aquí mismo los "diez mandamientos" para todo un pueblo. Este tiempo en el desierto había cambiado el carácter de Moisés, su actitud y sus conocimientos. Dios preparó así la mayor operación de rescate para Su pueblo.
Escrituras
Acerca de este Plan
"Encuentra tu misión", te ayuda a encontrar tu misión personal en la vida. Tu misión es única. Y yo creo que hay una misión que solo tú puedes cumplir. Con nuestra historia quiero motivarte a vivir tu propia misión.
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Nos gustaría agradecer a Find your mission por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.findyourmission.me/