Hasta Que VuelvaMuestra

"Ya no estoy buscando una receta".

"Locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes". Esta es una frase que se le atribuye a Albert Einstein, aunque como muchas de las frases que se le atribuyen, vaya a saber si es verdadero o no. Investigando un poco en la primer página que salió en la búsqueda de Google parece ser que es falso, pero no quiero hablar de eso ahora. Lo importante es lo que dice la frase, y lo cierto que esto es en nuestra vida.

Si hago siempre lo mismo, obtengo siempre los mismos resultados. Y lo opuesto también es cierto: si hago cosas distintas, voy a obtener distintos resultados (casi siempre). Piénsalo un minuto en tu día a día y vas a ver que es así.

Con Jesús no es exactamente de esta forma. Es que Él desafía todo lo que es un estándar para la naturaleza y lo hace extraordinario. En la Biblia se puede ver una variedad de formas distintas en las que Jesús hacía milagros, se acercaba a la gente, y daba gloria a Dios.

Sanó a un ciego pidiéndole que se ponga barro en los ojos. También sanó un sordomudo: le metió los dedos en los oídos, se escupió los dedos y le tocó la lengua. Hasta llegó a realizar un milagro un sábado (que para la ley judía estaba prohibido). No sólo fue variada la forma en que sanó a gente, sino que también hizo milagros con la naturaleza de una cantidad tremenda de formas: Luego de despertarse pidió a una tormenta que se calmara tras despertar de una siesta, caminó sobre el agua, a Pedro le pidió sacar una moneda de la boca de un pez, y multiplicó panes y peces para alimentar a 5 mil personas.

¿Jesús hacía lo mismo una y otra vez? No. ¿Obtenía siempre los mismos resultados? Sí, no importa la forma en que lo hiciera, Jesús siempre conseguía que lo sobrenatural sucediera. Con Él todo funciona así, y como bien dice la canción no es necesaria una receta. Jesús quiere usarte, y encontrarse contigo en las más diversas formas. No tengas miedo, ni te refugies en recetas que funcionan. ¡Anímate a arriesgarte por Jesús!