[Alrededor de la mesa] Todos están invitadosMuestra

Tu invitación a la mesa

Los creyentes se dedicaban al Señor y a los demás, reuniéndose en torno a la mesa. Cuando el pueblo de Dios camina en unidad, el Señor aumenta su número. Cada vez más personas se sentían atraídas por el Evangelio. No solo se proclamaba, era representado en todos los sentidos, se vivía con autenticidad.

¿Caminamos en este tipo de unidad? ¿Vivimos en devoción al Señor y entre nosotros, dedicando tiempo al Señor, a la familia y a la iglesia, para estar juntos alrededor de la mesa? Este es un principio del reino para tener la vida abundante que Jesús prometió. ¿Está tu vida definida por esta profunda devoción? ¿Comprendes tu identidad, la autoridad que ha sido derramada sobre tu vida y el poder que tienes gracias al Espíritu Santo que reside en ti?

¿Caminamos y trabajamos juntos, viendo el fruto de Dios atrayendo a la gente hacia Él a través de nosotros? ¿Sentimos que formamos parte de una comunidad unida y empoderada, caminando en la autoridad de Jesús? ¿Tenemos una mente y un corazón del reino? ¿Pasamos tiempo en la Palabra? El tiempo que pasemos en la Palabra reflejará la profundidad de nuestro conocimiento de la Palabra, es decir, de Jesús (Juan 1:1). ¿Estamos comprometidos con la comunidad de Cristo y con el reino de Dios?

Hay mucha angustia contra la iglesia. En muchos sentidos, los humanos falibles de la iglesia han representado mal a un Dios fiel. El enemigo va tras la iglesia, tras los pastores. Algunos caen por su propia propensión al pecado. Es mucho más fácil ser un fan de Jesús que un fan de sus seguidores. Ya sea por el movimiento MeToo (Yo también), la deconstrucción, el nacionalismo cristiano o el consumismo, parece que la teología de morir al yo no se ha enseñado, entendido o encarnado. Sin embargo, el llamado a seguir a Jesús es un llamado a morir al yo. Antes de acusar a la Iglesia, recuerda cuántas veces no has asistido. No puedes ser infiel y luego quejarte. Es imposible formar parte de la comunidad si no te sientas a la mesa.

La iglesia no es una institución, es una encarnación. Es una identidad. Nosotros somos la iglesia. ¿Sientes que formas parte de la iglesia o estás al margen? Asume la responsabilidad de cultivar la comunidad. Si quieres caminar en esta identidad empoderada de autoridad, entendiendo que hay una vida aventurera esperándote, formando parte de algo que marcará una diferencia eterna en las generaciones venideras, el único lugar donde ocurrirá es en el contexto de la comunidad local de creyentes en Jesús. Acércate a la mesa. Todos están invitados. Eres bienvenido.

Para más información sobre este devocional, sigue este enlace: https://declarationchurch.churchcenter.com/channels/803/series/15288