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El Hábito de HábitosMuestra

El Hábito de Hábitos

DÍA 3 DE 5

Cantarle a Dios

Adorar a Dios es la segunda práctica en mi tiempo de meditación y contemplación diaria de Dios. Adoración es más que cantar, es adorar con nuestra obediencia y devoción a Dios en todo lo que hacemos. Pero cantar sigue siendo una parte central de nuestra adoración a Dios; es reconocer con palabras audibles quién es Él y todo lo que ha hecho por nosotros.

Cuando adoro a Dios cantando con mis palabras y mi voz, me enfoco en Él y, mientras más lo hago, más me expongo a la naturaleza de Dios. Es así como se imprime la imagen de Jesús en el centro de mi ser y soy transformado a Su imagen. Tú y yo llegamos a ser como aquello que más adoramos: si adoras las cosas, te vuelves materialista; si adoras tu imagen propia, te vuelves vanidoso; si adoras la opinión de las personas, te vuelves humanista; si adoras a Cristo, te vuelves más parecido a Él. Pablo dice en Gálatas que nuestra meta es que Cristo sea formado en nosotros. Este es el propósito de nuestras vidas. Cuando adoro a Dios, veo a Jesús con más claridad.

Hace unos años tuve la convicción de cantar en voz audible a Dios durante unos momentos en cada tiempo de oración. Entonces cada mañana, después de leer mi Biblia, lo primero que hago es ponerme unos audífonos, salir a caminar, y empiezo a cantarle a Dios. No importa si estoy afinado o desafinado, pero le canto de manera audible. Si estudias un poco más acerca del lenguaje, te darás cuenta que cuando hablas en voz audible, tu cerebro se conecta y enfoca con lo que estás diciendo; de hecho, te es imposible pensar en otra cosa excepto en el tema del que estás hablando o cantando... por eso creo que los Salmos están llenos de instrucciones de cantar en voz fuerte a Dios.

De forma práctica, lo primero que recomiendo es que tengas preparada una lista de canciones de adoración. Una playlist en alguna de tus plataformas preferidas. Sugiero que sean canciones que se enfoquen en la persona de Cristo y que sean de adoración, exaltación y declaración de verdades acerca de Dios y Su bondad. Hay muchas canciones cristianas buenas, pero algunas están enfocadas en emociones o en circunstancias. He descubierto que para mi tiempo de oración, me ayudan más las canciones que hablan de Jesús o que me ayudan a enfocarme en Él y Su naturaleza; su bondad, poder, gracia, amor, etc.

Efesios 5 habla de hacer música en el corazón. Salmos habla de cantar un cántico nuevo a Dios. A mí me gusta cantar de manera espontánea algo de mi corazón a Dios o cantar en un lenguaje de oración que el Espíritu me ha dado. En este tercer día de devocional quiero animarte a crear una playlist de adoración, o buscar una ya hecha en alguna de tus plataformas de música, o pedirle a un amigo que te comparta la suya; lo importante es que tengas un plan. Yo elijo la opción de “orden aleatorio” para que me toquen distintas canciones todos los días. La idea es que encuentres algo que te enfoque en Dios.

Oración: Te amo Dios. Enséñame a santificar tu nombre todos los días de mi vida. Quiero adorarte en espíritu y en verdad. Reconozco tu grandeza; eres digno, eres santo. No hay otro como tú. Mi deleite es adorarte y conocerte. Quiero ser un adorador y empezar cada día con adoración y gratitud. En el nombre de Jesús, amén.

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