Regalo de Dios para las familias--Las mamásMuestra

Dar a mamá los elogios que merece

Puedo entender fácilmente porque a algunas mujeres no les gusta leer el capítulo 31 de Proverbios. En cierto modo, describe a una intimidante esposa y madre perfecta: la supermujer. Una mujer simplemente mortal leerá ese capítulo y en lugar de inspirarse se deprimirá.

El capítulo 31 de Proverbios no tiene la intención de aplastar a las mujeres con enormes expectativas y presiones. Sospecho que Dios colocó allí ese capítulo principalmente para abrir los ojos de aprecio de sus esposos e hijos. Gran parte de lo que las mujeres hacen por sus familias es semiinvisible, humilde y no remunerado. Como resultado, no se ve, respeta o aprecia lo suficiente.

Todos ustedes que son esposos o hijos de alguien, deténganse por un momento en este momento y reflexionen sobre el gran valor que su madre ha traído a su vida. Da un pequeño paseo por el capítulo 31 de Proverbios y recuerda todas las formas en que tu madre hizo esas cosas por ti. Da gracias a Dios por ella. Podrías agradecerle también: “La belleza es engañosa, y hueca la hermosura, pero la mujer que teme al Señor será alabada. ¡Reconózcase lo que ha hecho con sus manos! ¡Sea alabada ante todos por sus logros!” (Proverbios 31:30-31).

¿Crees que fue tu madre quien más que cualquier otro es responsable de que seas creyente? Solo piensa: te dio tu primer hogar terrenal y te ayudó a encontrar al Salvador que te da tu hogar celestial.

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