CÁNTICOS DE REFLEXIÓNMuestra
Salmo 54:1-7
El contexto del Salmo 54 lo encontramos en 1 Samuel 23 dónde David, ataca a los filisteos en Keila, siguiendo el consejo del Señor para defender a Su pueblo. Al hacerlo, David regresa victorioso a la ciudad y le avisan a Saúl que él está en esta ciudad y Saúl sale a perseguirlo. David consulta a Abiatar uno de los sacerdotes que huyó de la matanza de Doeg para que Dios le dé instrucciones sobre qué hacer. Dios le dice que Saúl irá a la ciudad y que los ciudadanos de Keila, a quienes David rescató de los filisteos, le entregarían junto con sus hombres a Saúl.
David huye con sus 600 hombres de esta ciudad y se esconde en Zif, pero aun en esta ciudad él y sus hombres no estaban a salvo, ya que los habitantes de Zif informaron a Saul que David estaba allí. Entonces, David, sigue huyendo y se esconde en Hakilah y otra vez los de Zif ayudan a Saúl para perseguirlo. Estas ciudades pertenecían a la tribu de Judá, eran los hermanos de David y ellos le traicionan continuamente. De allí el titulo inspirado de este Salmo: Al músico principal; en Neginot. Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra?
David no tenía dónde ir, ni a quién acudir, era un tiempo de angustia para él. No pudo encontrar seguridad ni siquiera en el desierto, no había casi gente en la que pudiera confiar, él fue rechazado por su propia tribu. Es en medio de esta oscura circunstancia que David escribe nuestro Salmo y descubre que Jehová es su Ayudador fiel.
Este es un Salmo para todo aquel que se sienta abandonado, rechazado o traicionado. ¿Has sido abandonado por tu esposo o esposa, o por tus hijos? ¿Has sido denunciado públicamente por alguien que pensabas que era tu aliado y amigo cercano? ¿Sientes que nadie está de tu lado, que nadie se preocupa por ti? Hoy tú puedes hacer lo que hizo David y volverte a Dios. En este Salmo vemos lo que eso significa y cómo lo hizo David. De echo él escribe este Salmo para que en medio de la más oscura circunstancia aprendamos a buscar ayuda del Señor.
Vemos, primeramente, a David orando para que Dios lo defienda de sus enemigos y lo salve de la muerte a manos de Saúl y su ejército. David ora, en segundo lugar, para que Dios lo defienda, le haga justicia con Su poder. Él cree que no merece ser tratado de esta manera por su propio pueblo, lo único que David había hecho era servir a su pueblo. Y, por otro lado, David jamás sería usurpador del trono y él honrará a este rey hasta que Dios sea quien le coloque en ese lugar. Así que, David era un hombre íntegro. David sabe que todo lo que tiene proviene de la mano de Dios y depende completamente de Dios para obtener estas cosas.
David, en medio de una circunstancia aguda, siente su total dependencia de Dios y lo expresa: "Oh Dios, oye mi oración…" (v.2). O sea, si no escuchas mi oración, estoy perdido. Entonces, en tercer lugar, David, pide a Dios que lo escuche: "Escucha las razones de mi boca". Cuando le pedimos a Dios que nos escuche, como lo hace David, nos tomamos el tiempo para ver si hay alguna razón por la cual Dios no debería escucharnos. Si hay una razón, entonces debemos confesar el pecado y corregir la situación.
David, recuerda que mayor es el que esta con él, que el que está en el mundo. Dios es su Ayudador y este es un término que proviene directamente del mundo militar y significa aliado. David se recuerda a sí mismo quién es Su aliado. No son los filisteos. No son los sirios. No son los egipcios. Mi aliado es Dios. Él es el Dios del cielo y la tierra. Él es el Dios de los ejércitos. ¡Mi aliado!
El Señor es su Sustentador y él está en las manos de Dios, no en las manos de Saúl y su ejército. Creo que todos los obedientes hijos de Dios somos inmortales en la tierra hasta que terminemos nuestro trabajo… Nuestras vidas están en las manos de Dios y Dios nos protegerá hasta trabajar en nosotros Su voluntad.
David sabe que Dios en su fidelidad lo vengará de sus enemigos. Dios será fiel a las promesas de Sus pactos. Dios destruirá pues a sus enemigos, porque este es Su carácter fiel. Él es el ayudador, el aliado de su pueblo.
Estas son las cosas en las que David medita en su corazón. Él no está poniendo sus ojos en las circunstancias, sino en Dios, para quien no hay nada imposible.(Mateo 19:26). Y luego le ¡ADORA!
Reflexionemos
David, medita en la verdad de quién es Dios. Medita en el plan de redención de Dios y luego responde a Dios en adoración.
En ocasiones nuestra adoración está condicionada, pero David, no hizo ningún voto. Él adoró sin la restricción de una respuesta previa y con un corazón de gratitud que se glorifica en alabar a Dios por quién es y por lo que ha hecho. David nos dice que le dará gracias a Dios por su nombre.
Muchas veces somos apáticos para adorar a Dios, porque no nos damos cuenta de cuánto Dios ha hecho por nosotros y quién es Él por nosotros en Jesucristo. Cuando David se da cuenta de quién es Dios y lo que ha hecho, no puede evitar querer adorar.
David no dice: Te adoraré si haces esto. No; él adora por lo que Dios es y ha hecho en su redención.Y al hacerlo, nos ha dado el patrón. Así es como debemos responder en todas las difíciles circunstancias de la vida.
Es posible que David no haya comenzado este Salmo con confianza. Pero habiendo llevado sus ansiedades a Dios y habiéndose recordado a sí mismo quién es Dios, encuentra, como lo hizo en tantos otros Salmos, al final del mismo, tranquilidad y confianza en Dios. Ve y haz tú lo mismo.
Escrituras
Acerca de este Plan
¿A quién no le gusta entonar una canción? Ya sea, en el auto, la ducha, mientras realizas tus quehaceres y demás, la música es parte de nuestro diario vivir. Sin embargo, hay una gran diferencia entre entonar alabanzas y reflexionar en ellas. El salmista David sí que entonó alabanzas a todas horas y en toda circunstancia. La pastora Glenda Liz Amador nos invita a reflexionar en veintiuno de sus Salmos; cánticos de reflexión plasmados en las Sagradas Escrituras.
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Nos gustaría agradecer a Iglesia Tabernáculo de Evangelización por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.iglesiatde.today/