Sirviendo Con AmorMuestra

Escoge la mejor parte

Recuerdo el día, en que por primera vez fui convocado a servir en la iglesia; estaba emocionado y lleno de alegría por tener la oportunidad de devolver un poco de todo lo que había recibido de parte de Dios.

Fui el primero en llegar. Ensayé varias veces cada una de las canciones que tenía que tocar y preparé mis notas. ¡Todo tenía que salir perfecto! ¡Nada podía fallar! Pero, en mi afán de perfección, sucedió lo que tenía que suceder cuando uno se afana y se preocupa: ¡Olvidé la introducción de la primera canción de adoración! Sí, en la segunda canción olvidé la letra, ¡y me quedé pasmado! Entonces, alguien más del equipo de alabanza tomó el micrófono y cantó la parte que me correspondía. Me inundó un sentimiento profundo que me hizo pensar que le había fallado a Dios, sentí que no estaba haciendo lo que Él esperaba de mí.

Al llegar a casa, recordé la historia de las hermanas Marta y María que encontramos en Lucas 10:38-42. Mientras que Marta se encontraba afanada por los preparativos de la cena, María decide escoger la mejor parte: estar a los pies de Jesús. No quiero que me malinterpretes, ¡Dios desea que seamos excelentes en nuestro servicio! Sin embargo, a veces, nos preocupamos tanto por lo que hacemos, que nos olvidamos para quién lo estamos haciendo.

Para evitar el afán y la preocupación en todo lo que tenemos que hacer en nuestra área de servicio, primero debemos de correr a la presencia de Dios; amarle, conocerle y desear ir a cada día a sus pies. Y entonces, así, podremos servirle de la manera que Él espera que lo hagamos.

Oración: Señor, Dios, enséñame a amarte y conocerte, a tener verdadera comunión contigo, para así poder servirte como Tú esperas que lo haga. Señor, hoy decido escoger la mejor parte. En el nombre de Jesús, amén.